El Día 16 de marzo de 2021 en el BOE se publicaba el Anuncio de la Subdirección General de Energía Nuclear “por el que se somete a información pública el proyecto de la fase 1 del desmantelamiento de la central nuclear Santa María de Garoña (Burgos), así como el Estudio de Impacto Ambiental de éste”, es decir se informaba del proyecto de desmantelamiento y se abría el plazo de alegaciones hasta el 4 de mayo de 2021.

Una vez estudiado, el colectivo ecologista y antinuclear Eguzki, ha presentado alegaciones en demanda de información y transparencia de todas las fases de desmantelamiento, la protección del medio, las medidas de seguridad hasta el desmantelamiento total y seguro, con un plan de revitalización de la zona.

Eguzki ante el proyecto de la fase 1 del desmantelamiento de la central nuclear Santa María de Garoña (Burgos), muestra su rechazo al mismo y muestra su oposición al otorgamiento de autorización o en su caso, que sea condicionada al cumplimiento de requisitos y aspectos alegados, valorando todas las afecciones, daños, riesgos para salud y medio ambiente y alternativas posibles.

En primer lugar, indican que, al analizar el entorno, “se describe la finca y central nuclear como instalación, pero no a su entorno natural”.

Por otra parte manifiestan que, “no se exponen medidas ni riesgos de seguridad ni experiencia en las centrales nucleares, ni tampoco su relación de las labores de desmantelamiento con el riesgo de daños a la salud de las personas y al medioambiente, contaminación del aire y las aguas, y los efectos socioeconómicos que ello supone”.

En todo caso dicen, “se presenta la fase 1, es decir, el desmantelamiento se fracciona por fases incumpliendo el deber de estudiar y conocer el proyecto en su conjunto sin fraccionamiento temporal ni material”.

Afirman que, “la presentación de evaluación de cada fase supone una merma de garantías y una obligación de considerar la fase final de obligación legal de restauración den entorno”, por lo que se propone su presentación pública completa del proceso y consideración de las alegaciones en cuanto a la seguridad del desmantelamiento, salvaguarda de la vida y salud de las personas, de la regeneración total de entorno, y no sólo de la propiedad o planta, así como de impactos ambientales y socioeconómicos de la comarca.

Por todo ello, Eguzki considera que “someter a información y estudio desglosado por fases incumple la normativa y debe ser informado, estudiado y valorado de forma conjunta las tres fases y según el entorno de la central, valorando sus afecciones e impactos en lo que respecta a la salud humana, el medio ambiente y sobre todo la seguridad y la gestión de los residuos en todo el proceso de desmantelamiento de la central”.