He vuelto a leer “El Peligro de la Historia Única”, es una linda y pequeña reflexión llena de verdades tan simples y claras que te hace pensar en como construimos a las personas  según las narraciones que nos hacemos de ellas. Es de la escritora y feminista Nigeriana Chimamanda Ngozi Adichi; está en la biblioteca, animaros a leerlo.

Dice Chimamanda que las historias también se definen por la manera en que se cuentan, por quién las cuenta, por cuándo las cuenta, por cuántas se cuentan y que todo ésto depende de “El Poder”. Ese “Relato Único” que muchas veces nos hacemos de las personas, de los países y de las cosas tiene que ver con el Poder Político y Económico.

Me llena un poco de pena pensar que a lo largo de este tiempo he conocido tanta gente, de tantos lugares del mundo y no he tenido la oportunidad o no me he dado el tiempo para conocer muchas historias de estas personas, sólo sus problemas. A veces conocemos a las personas en situaciones difíciles y las urgencias o necesidades nos hacen centrarnos en esa situación que viven, no en la persona en sí y nos quedamos allí, en los problemas. No se dónde y en que momento aprendí que era mejor o más eficaz centrarse en los problemas de las personas y no en las personas en sí… Quizá esa manera de resolver problemas nos evite ver a las persona… Y vosotras por ejemplo, ¿cuantas personas de diferentes sitios conocéis y que historias y cuantas y de que tipo en torno a ellas?

Se me viene a la cabeza eso que explicaba Frantz Fanon y otros pensadores sobre la “zona del Ser y del No Ser” y pienso en cómo influyen los relatos que tenemos de las personas, las historias que nos cuentan los medios de comunicación, los libros, lo que nos llega; para ubicar a la gente o dotarla de “Ser” o de “No Ser” lo que trae consigo la desposesión, la deshumanización y el quitarles hasta Derechos. Como dice Chimamanda el problema de éste “Relato Único” es que crea estereotipos y esos estereotipos no es que sean falsos sino que son incompletos. El “Relato Único” que nos da el poder esta lleno de historias negativas de las personas y los lugares, lleno de accidentes y amarillismo y priva a las personas de su dignidad y a veces nos dificulta sentirles cercanas; se centra en lo que nos diferencia en lugar de los que nos hace semejantes.

“Las historias se han utilizado para desposeer y calumniar pero también pueden utilizarse para facultar y humanizar” dice Chimamanda y es tan cierto que me propongo de ahora en adelante cuestionar todo eso que me cuenta “El Poder” todos esos relatos interesados en hacernos pensar y sentir que las personas somos distintas porque tenemos culturas diferentes y eso en lugar de acercarnos nos aleja; y voy a recordar cuando me encuentre con la “otredad” de esa persona, que el relato de su vida se compone de momentos tristes pero también de experiencias alegres, que el lugar de donde viene puede que sea un sitio empobrecido pero que su cultura esta llena de riquezas, porque como también dice Eduardo Galeano que le dijo un pajarito no sólo somos átomos sino que estamos llenos de historias…

Tania Siriany