Tras el silencio vacacional, próximamente, volverá al Parlamento la Proposición de Ley para reformar la ley de Garantía de Ingresos y para la Inclusión Social, propuesta desde el  Gobierno Vasco y que el pasado mes de Junio PNV y PSE, decidieron retirarla por falta de apoyos.

El pasado mes de Junio una amplia y variopinta representación de organizaciones, colectivos, movimientos sociales y  redes del tercer sector mostraron su rechazo a la Proposición de Ley presentada en el Parlamento Vasco por el PNV y el PSE el 27 de abril de 2018 pidiendo, además,  su retirada por considerar:

• Que esta Proposición de Ley “… es un fracaso porque no se ha propiciado ni un diagnóstico social compartido, ni existen propuestas consensuadas para erradicar la pobreza y la exclusión social de Euskadi”.
• Que “…la proposición de ley presentada no aborda los grandes retos que Euskadi tiene como sociedad (acabar con la pobreza y la exclusión social), ni los problemas de gestión que Lanbide tiene”.  Además “se consolidan los principales recortes producidos en la modificación legislativa del 2011 (endurecimiento de los requisitos de acceso) y los recortes en las cuantías habidos desde el 2012 y consolidados desde  entonces hasta la actualidad (la no aplicación de la subida del SMI sumada al recorte del 7%)”.

Es decir, la tendencia es recortar derechos, trivializar la realidad de la pobreza y la exclusión  y dificultar el acceso a las prestaciones sociales.

Atención al dato. Según la Encuesta de Pobreza y Desigualdades Sociales 2016 del Gobierno Vasco, en Euskadi hay 59.497 personas en riesgo de pobreza que no perciben la RGI; y 63.069  personas atendidas en el sistema que, percibiéndola, siguen siendo pobres.

Lo cierto es que seamos perceptoras o no de  las diferentes prestaciones sociales que se recogen en esta Proposición de Ley,  como sociedad nos jugamos mucho porque estamos hablando de afianzar, apuntalar y dignificar unos Derechos Sociales (no ayudas asistenciales),  recogidos en la Ley de Servicios Sociales del País Vasco. Fundamentalmente, se trata de decidir qué nivel de ingresos mínimos queremos tener garantizados en nuestra sociedad  y quienes pueden tener acceso a ellos.  En concreto, por ser la más nombrada, la más manipulada, y desconocida,  quiero referirme a la coloquialmente conocida como RGI y a cuanto se fabula en torno a ella.

Muy preocupante es la actitud de la pasiva mayoría silenciosa a la hora de reivindicar y defender derechos, o de mostrar solidaridad con las personas más golpeadas por este  inhumano sistema económico y social pero, a la vez, tan escandalosamente activa en extender la rumorología sobre determinados grupos de población contribuyendo así al fortalecimiento y expansión de la alarma social. Son los tontos útiles que realizan el trabajo sucio tan necesario para justificar las decisiones que desde el Gobierno Vasco se planifica contra la gente pobre.

Pero la realidad se impone. Desde que comenzó el periodo de estafa-crisis,  la precariedad laboral y las situaciones de pobreza se han cronificado.  Muchas son las personas para quienes la vida se ha convertido en una auténtica carrera de obstáculos. Otras muchas, queremos creer que la precariedad y la pobreza son ficción,  que no tocará a nuestra puerta y que por lo tanto, la defensa de los derechos sociales,  no nos compete.  Pero nos guste o no, dada la inestabilidad económica y social actual, en el momento más inesperado pueden aparecer estas situaciones en nuestras vidas.

Nadie nos va a regalar nada. Por todas estas razones, por solidaridad y por dignidad es necesario que nos informemos de lo que está en juego y participemos activamente en las  iniciativas que se pondrán en marcha en relación a esta Proposición de Ley.

A título informativo puede ser interesante consultar:

1. en el periódico social “Begirada”, (Especial RGI) se puede acceder a diversas aportaciones realizadas por mujeres y hombres pertenecientes a diferentes ámbitos sociales.
2. conocer el contenido de la ILP contra la pobreza y la exclusión social promovida por la Carta de los Derechos Sociales de Euskal Herria en la que se recoge los contenidos mínimos que se deberían abordar mediante la modificación de la ley y que son totalmente asumibles.

El filósofo Avishai Margalit dice que “una sociedad decente es aquella cuyas instituciones no humillan a las personas sujetas a su autoridad y cuyos ciudadanos no se humillan unos a otros”

Recuerdo:

El 17 de agosto moría de cárcel el preso Francisco E.M. en la prisión de alcala meco de Madrid,  por presunta desatención de los funcionarios.

El pasado jueves día 6 de septiembre cuatro personas y sus sueños  morían en el Mediterráneo.

Bego Oleaga, Gasteiz, 10 de septiembre, 2018