Las huelgas paran la producción en Mercedes por tercer día consecutivo
[Actualización] La dirección de Mercedes retira la sexta noche, según ha publicado El Correo. Acepta así el requerimiento de la mayoría sindical (UGT, CC OO, PIM y Ekintza). Quedan pendientes las peticiones acordadas por la plantilla en la asamblea general y que desde el bloque ELA-LAB-ESK mantienen, como la subida salarial en función del IPC. Retomarán negociaciones el martes.
Hoy, viernes, la plantilla de Mercedes en Gasteiz ha realizado la tercera jornada de huelga de esta semana. Pese a las amenazas de la dirección (que se ha negado a negociar si las convocatorias de huelga y movilizaciones siguen vigentes), el seguimiento de las huelgas ha sido masivo: el 95% de la plantilla ha secundado las huelgas y se ha parado la producción los tres días.
Las movilizaciones y manifestaciones también han sido multitudinarias. Ayer se manifestaron desde la planta hasta el Gobierno Vasco y hoy se han movilizado desde Lehendakaritza hasta el Parlamento. Los trabajadores piden un convenio colectivo que garantice, entre otras cosas, la no imposición de la 6ª noche y una subida salarial en función del IPC.
El bloque formado por ELA, LAB y ESK (%45 de la plantilla), que mantuvo las convocatorias de huelga después de la última propuesta de la dirección el pasado martes (porque ésta no recogía las peticiones de la plantilla), ha anunciado más huelgas para el miércoles, jueves y viernes de la semana que viene. También instaron a los sindicatos que desconvocaron las movilizaciones a volver a unir a la mayoría sindical.
CCOO, que desconvocó junto a UGT, ha comunicado hoy mediante una nota de prensa que “valora la vía de los acuerdos pero no descarta más movilizaciones” y exigen a la empresa que deje de lado la propuesta de la sexta noche para seguir negociando.
Un día antes de que la empresa suspendiera las negociaciones Urkullu y Arantxa Tapia, junto con Emilio Titos, se reunían Stuttgart con los directores de Mercedes-Benz. Urkullu declaraba estar “a favor de la empresa” y “muy esperanzado” ante la posibilidad de que Vitoria acoja la inversión de 1.200 millones que anunciaba hace unas semanas la empresa. El horizonte de esa inversión se ha utilizado para presionar a la plantilla, amenazando con no realizarla si no se firma el convenio. Los sindicatos ELA, LAB y ESK aclaraban que la firma del convenio no supone ninguna garantía real de que la inversión se lleve a cabo, y que critican chantajes por parte de la empresa para aceptar empeorar las condiciones laborales.
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