• Suelta la olla: ¿Qué podemos hacer?
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Ayer veía una imagen de Felipe Bourbon recibiendo a Biden.
Antesdeayer veía el amasijo de cuerpos africanos en la frontera
Hace una semana Navarra ardía
Desde hace meses sequía
Antes de eso se nos inundo la casa
Y antes un virus nos expropio la vida durante dos años
La gente a mi alrededor se reparte en grupos
Está la juventud que empuja con su fuerza, ayer pude verlo en el pride. Pero como es juventud, con un punto de inconsciencia que puede que les lleve, como a nosotras, a ninguna parte. No tiene mérito ser joven y tener fuerza. Es natural. Y es un valor social creo yo que infrautilizado.
Esta la gente mas mayor, con conciencia de décadas, vidas responsables, hasta cierto punto sostenibles. Solidarias. Y están muy preocupadas viendo el mundo. Mucha de esa gente no se merece lo que estamos viviendo, porque lo han hecho realmente bien durante toda su vida.
Y luego está el enfadado. Tanta legitimidad para estarlo. Pero poca trayectoria social para ese sentimiento. Los veo simplemente malgastando el tiempo precioso de su vida.
Y qué decir de la gente deprimida. A poco que dentro de ti se tambaleen las cosas, por carencias, por carácter, este mundo o al menos ese que vemos en la tv, no invita a vivir.
Avanza la crisis, el fascismo. El autoritarismo de la social democracia.
¿Qué podemos hacer?
Os invito a tomar un globo aerostático virtual. Subir sobre vuestras propias experiencias y sobre el tiempo presente, para poder ver desde más alto y hasta más lejos, hacia atrás y hacia delante.
No es el gobierno vasco o el de España, aunque también, claro. Es un gobierno global con unos criterios y objetivos. Es real. Tiene que ver con los bancos, las multinacionales, los grandes bloques geoestratégicos. Estos bloques en estos momentos formados por EEUU y parte de Europa y por China, parte de Asia y parte de Europa. Es decir, la lucha está en Europa. Esta realidad global influye en nuestras vidas y lo que es peor, lleva a cabo políticas que nos afectan. X ej yo compro y por tanto alguien paga impuestos o no por el beneficio de que yo le compre, a un modelo de comercio que ese gobierno global decide es más rentable para sí mismo. Por ejemplo. el cambio climático es consecuencia de las economías que ese gobierno apoya y que yo alimento cada vez que gasto una sola gota de gasolina para moverme, calentarme, comer, beber agua del grifo. Por ejemplo yo tengo móvil y ordenador porque la gente del Congo muere en las minas o en la frontera
Si, ya sé que lo sabes. Pero tú necesitas saber que puedes hacer, porque la angustia a veces te ahoga o el enfado te supera o la tristeza te mata.
Pues te traigo una noticia. No sé si es mala o buena. Eso lo debes decidir tú.
Solo puedes hacer una cosa, cambiar tu vida y tu ciudad.
Lo de tu vida, está claro. Pero y porque la Ciudad? Porque a pesar de siglos de ir construyendo una comunidad global, ese sigue siendo el territorio que la mayoría vive cada día y donde se expresan las políticas de ese gobierno y está el origen de todos los problemas de ese gobierno. Porque somos una especie que se junta en ciudades que a su vez alcanzan un territorio natural que convertimos en histórico, Gasteiz Araba, por algo muy lógico. Porque ese era el territorio que la ciudad histórica necesitaba para sobrevivir. Por eso volver a dar a la ciudad su importancia política en nuestras vidas nos da más garantías de sobrevivir. Gasteiz para sobrevivir necesita a Araba. Si además se une en ese ejercicio de superación del sistema al resto de EH, las posibilidades de sobrevivir se amplían hasta llegar a una posible gran calidad de vida. Pero claro, no así, no con mi coche para mi sola quemando y quemando el oro negro como si fuera agua salada, no comprándome 50 camisetas al año, no pasando de mi vecino porque va a misa o porque okupa locales, porque le gustan los toros o porque solo habla euskera. Y esto es lo más difícil, percibir el destino común con gente de diferente manera de pensar. Una revolución dentro del universo burgués
Así que os deseo un verano de poco consumo y mucha conversación vecinal. De ideas nuevas y amistades en la lucha. De compras en el barrio, coches aparcados, picnics en los parques de vuestra maravillosa ciudad. Y mucha imaginación, para poder crear en vuestras mentes esa ciudad que necesitáis para sentiros seguras y seguros. Y mucha ilusión, para tener fuerza para lograrlo.