El EMPODERAMIENTO frente al uso y abuso del PODER político
Hoy, además de la palabra “poder” estamos usando también otra relacionada con ella. Se trata del neologismo “EMPODERAMIENTO”. Hoy está en el centro del discurso de los diferentes movimientos alternativos de la sociedad civil que reivindican ¡REIVINDICAMOS! Cambios sociales y políticos.
La palabra “empoderamiento” viene descrita en los diccionarios como un término que conceptúa el acto o el afecto, más bien, de promover la concientización de una persona o grupo social, generalmente para realizar cambios de orden cultural, social, político, económico… en el contexto que le afecta en profundidad. La idea central es la de obtener poder a la persona o incluso suministrar a alguien o a algún grupo capacidad para asumir una decisión propia en vez de permanecer en estado de sumisión. Es, por todo ello, una forma de promoción de la autonomía y de la toma de opciones ligadas a ella. Es, por todo ello, la participación real de una persona y de grupos en la conducción de la Historia.
En esa línea el movimiento feminista, el de los sin techo o vivienda, el movimiento LGTBTQ trabajan, trabajamos, para que las diferentes personas sean, seamos, capaces de EMPODERARSE, promoviendo concientización mediante la educación y el compromiso comunitario: txarlas, debates, artículos, formación, compromiso que nos lleven o terminen en la acción social y política. El objetivo es dar, dotarles, de instrumentos necesarios para que reivindiquen políticas públicas que les beneficien. El empoderamiento es una forma de adquisición de poder de forma efectiva, poder que se contrapone al poder establecido que, en la mayoría de los casos suele responder a intereses minoritarios engañando a los ciudadanos en lo referente a sus objetivos.
El enfrentamiento con el poder establecido, se da a través de los GRUPOS EMPODERADOS o en proceso de empoderamiento pues son “otro poder” en el teatro de la Historia actual. Por eso hoy podemos decir que estamos viviendo diferentes formas de poder y de empoderamiento que entran en conflicto entre sí hoy día. Tanto los poderes establecidos como los poderes de los “empoderados” viven en continua beligerancia tanto de intereses como de métodos de actuación. Todos “estos nuevos poderes” están presentes en la sociedad civil y política. Basta, como ejemplo, recordar las guerras hechas a los educadores/as que organizaban y siguen organizando cursos de educación sexual en nuestras escuelas públicas. (Léase Junta de Andalucía)
Somos las mismas personas las que estamos viviendo en una sociedad donde abundan conflictos de intereses y propuestas de bien común. Por eso se está repensando de diversas maneras el sentido profundo que se le da, se le puede dar a todo esto. ¿Cuáles son o serán los intereses reales? ¿La de una justicia social total que permita el acceso a todos los bienes que producimos, a manera de una rebeldía inocente que nos pudiera llevar a una “sociedad sin males”. El problema está en que vimos que el Mundo resultaba ser mucho más complejo de las expectativas que tuvimos y pusimos.. Creo que nadie, quizá solos unos pocos, preveíamos los conflictos económicos y políticos mundiales (AUMENTADOS SOBREMANERA POR ESTA PANDEMIA DEL COVID, 19) que han generado el aumento de la pobreza ¡DE LA MISERIA! Nunca jamás vista.
Hoy en día estamos habitados por el sentimiento de no saber qué dirección tomar. Ya no estamos a gusto en nuestro Mundo, sobre todo cuando sentimos que nuestras utopías pasadas tampoco nos sirven y nutren ya. Existe un descontento generalizado tanto en las “izquierdas” como en las “derechas”, en lo tocante a la política. Pero, está claro al menos para mí, que ya no podemos vivir más tiempo de nostalgias banales. Hay que abrir bien los ojos para ver y aprender las pequeñas novedades que rodean nuestro día a día y ver que, a pesar de de los pesares, este tiempo es el nuestro.
Estamos queriendo dar los pasos posibles, en un proyecto de democracia participativa válido para hoy día. No queremos ni buscamos acumular bienes y poder para una minoría económica y política. Ni queremos que sus gurús y ministros nos den órdenes que contradigan nuestra capacidad de pensar, de amar, de elegir, de Vivir.
En la línea del “empoderamiento” al que me estoy refiriendo, como forma de nuevo poder, están apareciendo un número de grupos informales, con finalidades cuasi marcadas, con vida corta quizá en algunos de ellos, pero con intensidad de objetivos.
Son jóvenes estudiantes, profesionales, agricultores, profesoras, sanitarios, artistas, ecologistas, científicos, empleadas de hogar, cuidadoras de mayores t de residencias… Que tiene claro cuál es su reivindicación inmediata y que la mantienen y luchas por ella hasta conseguir algún resultado. Se organizan a través de la Web y los medios de comunicación social, se convocan, se invitan, se agrupan y animan,… desafiando la pretendida estabilidad de los sistemas tradicionales. No suelen pertenecer a siglas políticas concretas, sino que se centran en la causa que los hermana a la hora de luchar y defender un mismo objetivo provisional pero constantemente renovable.
Lo individual y lo colectivo se combinan hoy y así para avanzar en la misma dirección y en asumir la problemática actual, aunque el día de mañana pueda ser diferente. Se empoderan de forma diversificada pues son, se sienten, los nuevos actores de nuevas políticas no institucionalizadas.
Las redes de internet les abren y dan espacios, las calles les acogen a pesar de las agresiones y violencias que les acechan. Corren, caen, se levantan y continúan tejiendo, siempre tejiendo como la Penélope de Ulises en la Ilíada, haciendo HISTORIA, incluso cuando parece, más bien, que la están desguazando.
¿QUÉ ES PROPIAMENTE EL PODER?
“Poder es un término de origen latino “POSSUM” que significa ser capaz de”. Corresponde a algo intrínseco en nosotros mismos que nos hace mantenernos vivos. “Poder” tiene muchos sentidos y diferentes historias. El poder tiene dioses, clases, colores, sexo, géneros, culturas, grupos, personas que actuamos en diferentes situaciones y direcciones. El poder es material, simbólico, religioso, público, privado. El poder no tiene existencia en sí mismo como si pudiese ser afirmado como ente separado de personas y cosas. Poder es el Mundo, somos nosotros expresado en cada cual a través de una energía específica, ¡“NUESTRA MANERA DE VIVIR”! Desde el “yo puedo”, andar, leer, hablar, escribir, decir; hasta el “podemos” hacer leyes, armas, guerras, estados de alarma y alerta… todas son formas igualmente de poder, por eso ¡HOY MÁS QUE NUNCA! Hoy, tenemos, hay que repensar nuestros poderes sociales.
El mapa mundial del coronavirus: Más de ocho millones de casos
y más de 437.000 muertos en todo el mundo. – Junio de 2020
YO TUVE UN HERMANO:
Yo tuve un hermano,
no nos vimos nunca,
pero no importaba.
Yo tuve un hermano,
que iba por los montes,
mientras yo dormía.
Lo quise a mi modo,
le tomé su voz,
libre como el agua.
Caminé con él a ratos,
cerca de su sombra,
no nos vimos nunca,
pero no importaba.
Mi hermano, despierto,
mientras yo dormía.
Mi hermano mostrándome,
detrás de la noche
su ESTRELLA elegida.
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