Mujeres de Greenham Common 1981 y mujeres de Euskal Herria 2021
El campamento de Greenham Common fue una iniciativa no violenta de las mujeres británicas que, durante los años 1981-2000, se instalaron junto a la base militar americana para protestar contra la proliferación nuclear. Obtuvo el apoyo de miles de personas de todo el mundo y se convirtió en un símbolo de la lucha contra las armas nucleares.
Hagamos un poco de historia. El jueves 27 de Agosto de 1981, treinta y seis “Mujeres por la Vida en la Tierra” emprendieron una marcha de 193 Km. para protestar contra las armas nucleares almacenadas desde 1979, por decisión de la OTAN, en la base militar de Greenham Common, controlada en ese momento por Estados Unidos y con un objetivo claro: evitar que se instalaran 96 misiles nucleares de crucero de cuatro ojivas, especialmente destructivos, capaces de matar, con cada ojiva, a una población de dos millones de personas.
La marcha duró diez días. Una treintena de mujeres se encadenaron a la valla de la base militar, para exigir al Gobierno un debate televisivo con ellas sobre la cuestión nuclear. Ante la negativa del Gobierno a atender su demanda, decidieron instalarse de manera permanente. Así nació el campamento de Greenham Common, todo un icono de lucha popular contra las armas nucleares entre los años ochenta y noventa. (1981-2000)
Durante este tiempo las mujeres debieron superar miedos, hacer frente a la represión y a todo tipo de dificultades, con determinación y grandes dosis de ingenio. Las imaginativas protestas para integrar denuncia, reivindicación, visibilidad internacional, creación de redes, etc. dieron su fruto. Diferentes fuentes de información señalan que entre 30.000 a 70.000 mujeres participaron en actividades como “Abrazar la base”, kilométricas cadenas humanas, cortes en las vallas que cercaban la base militar, etc., actividades que atrajeron la atención masiva de la prensa tanto local como internacional. Su zona de movimiento y protesta se desarrollaba en los 14 km., de perímetro de la valla que les separaba de la base y de las patrullas militares.
Se dice que fue la primera vez que tantas mujeres juntas ejercían la desobediencia civil politizando a toda una generación de mujeres.
“Tememos por el futuro de nuestros hijos y por el futuro de la Tierra, que es la base de toda vida”, manifestaban estas mujeres en sus comienzos. Posteriormente el discurso, fue evolucionando e integrando elementos como la denuncia, la conexión entre el cambio climático, las guerras, el comercio de armas y la defensa de los derechos humanos. En términos generales, se fue elaborando un pensamiento político-social fundamentalmente antinuclear, antimilitarista y feminista.
A pesar de la gran diversidad social y cultural, superando dogmatismos, estas mujeres fueron capaces de unir diferentes discursos feministas y de introducir el análisis feminista al discurso de la guerra.
En 1983 el campamento pasó a ser exclusivamente femenino. Hasta esa fecha los hombres habían participado en el campamento, aun cuando fuera mayoritariamente femenino. Pero a partir de ese momento, ellos continuaron participando en la lucha, quedándose a cargo de los hogares y de los hijos.
En abril de 1984 fueron expulsadas del lugar, pero continuaron resistiendo y reconstruyendo el campamento. El eco de este movimiento anti-nuclear se expandió, hasta el punto de recrearse campamentos similares en el resto de Inglaterra, Europa y América.
El apoyo social que recibieron fue vital para su supervivencia. Se llegó a generar una importante red social en torno al asentamiento. Entre otras, ésta fue la razón por la que la telaraña y la red se convirtieran en el símbolo del campamento.
El triunfo para estas incansables activistas llegó en 1991, cuando los misiles fueron devueltos a Estados Unidos. En abril de ese año, se retiró la alambrada y seis años después la base fue desmantelada. Las cuatro últimas mujeres abandonaron el campamento en el año 2000 cuando consiguieron que se instalara un memorial. Se reconoce la muerte de una mujer en el campamento, en 1989.
Cuarenta años después, el próximo lunes, 24 de Mayo de 2021, “Día Internacional de las Mujeres por la Paz y el Desarme” grupos de mujeres del País Vasco, recogiendo el testigo de estas mujeres, saldrán a las calles para traer a la memoria las luchas y logros que histórica y actualmente desarrollan las mujeres, tanto en contra de las guerras como de toda la maquinaria que las sostiene.
Para decir con ellas que no aceptamos que desde nuestros territorios también se construya la guerra. Una guerra que comienza en las industrias armamentísticas de nuestro país y en la inversión pública destinada a gastos militares. Guerras que provocan destrucción, muerte, miseria y desplazamientos forzosos en las poblaciones afectadas. Para manifestar que no queremos ni guerras que nos maten ni paz que nos oprima.
Para decir que urge desmilitarizar la sociedad/ Que fuera militares de nuestras calles/ Que urge suprimir los gastos militares y reinvertirlos en los servicios públicos y en el bienestar de las personas/ Que urge reconvertir la industria armamentística en producción para el uso civil, atendiendo a criterios éticos, sostenibles y solidarios. Que no a la invasión, destrucción y expolio de los pueblos/ Que urge poner límite al consumismo desenfrenado y no universalizable/ Que no queremos ser cómplices de tanta barbarie…
El lunes 24 nos encontraremos a las 20,00h en la Virgen Blanca de Gasteiz/ en Donosti en el Boulevard a las 19,00h y a las 19,30h en el Puente de la Ribera en Bilbao.
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