El Gobierno Vasco aprobó en noviembre del 2013 un plan estratégico denominado Plan de Paz y Convivencia 2013-2016; este plan se estructuraba en tres ejes: gestión del pasado, gestión del presente y gestión del futuro al que se añade un eje transversal sobre su seguimiento y evaluación. En la mirada al pasado, dice el Plan, una de las tareas más costosas y, a la vez más importantes es reconocer todas las vulneraciones de derechos humanos sin excluir ni diluir ninguna de ellas. Reconocer la existencia de vulneraciones y víctimas, con independencia de su origen es principio ético y democrático básico e irrenunciable.

Este finaliza señalando que todas estas vulneraciones y sus víctimas merecen procesos de verdad, justicia y reparación. Siendo estas las intenciones el primer eje del Plan comprendía seis iniciativas en relación a la gestión del pasado; una de ellas se denominó investigación y acción contra la tortura cuyos objetivos eran realizar un estudio científico que nos acerque a la realidad objetiva del fenómeno de la tortura en nuestro contexto y adoptar las medidas de reconocimiento, reparación y prevención que sean necesarias y plausibles a la luz de las conclusiones de ese estudio.

En junio del 2016 el equipo encargado de realizar la investigación perteneciente al Instituto Vasco de Criminología, publica un documento denominado Proyecto de investigación de la tortura en el País Vasco (1960-2013). Memoria resumen de la actividad realizada. Este documento tiene una nota previa que dice el presente documento es una síntesis resumida de la investigación llevada a cabo cuya finalización se ha previsto para finales del ejercicio 2016. El documento finaliza señalando que consideran totalmente necesario continuar con el trabajo emprendido que no puede ser considerado como acabado y va a requerir algunas reflexiones en materia de reconocimiento, reparación y prevención de la tortura y malos tratos.

Estando así la situación, el Gobierno Vasco presenta el 5 de abril la propuesta del nuevo Plan ahora llamado de Convivencia y Derechos Humanos 2017-2020; analizado el documento en su totalidad (tiene 76 páginas) puedo afirmar que el Gobierno vasco pretende recular en lo referido a la investigación y acción contra la tortura porque siendo una iniciativa que se presenta en el Plan anterior cuyos objetivos no se han cumplido; ni la investigación que a fecha de hoy, se ha presentado, ni mucho menos se ha adoptado ninguna medida contra la tortura; lo esperable sería que se recogiese dicha iniciativa en el plan presentado. Pues no es así, la tortura aparece de forma residual, en el nuevo Plan. Literalmente la tortura aparece mencionada en sólo dos ocasiones en todo el documento; la primera porque existe una recomendación específica en un informe externo de evaluación del anterior Plan sobre apoyar el trabajo del Instituto Vasco de Criminología en la investigación de la tortura y la segunda se encuentra en la iniciativa llamada clarificación del pasado que señala que el plan de trabajo para esta Legislatura incluirá la continuidad o finalización de estudios iniciados en la anterior Legislatura como, por ejemplo, el relativo a la situación procesal de atentados terroristas no esclarecidos o la investigación sobre la tortura.

Y yo os pregunto, a ti Jonan Fernández y a ti Iñigo Urkullu responsables de esta propuesta, en esta violación de los derechos humanos llamada tortura que ha afectado a miles de personas ¿el principio ético y democrático básico e irrenunciable al que aludís en este Plan y en el anterior desaparece?