Asesino, asesino de razones y vidas…
En el día de hoy se cumplen 45 años de la masacre de Vitoria en la que la policía , cumpliendo órdenes de políticos como Martin Villa (Ministro de Relaciones Sindicales) y Fraga Iribarne (Ministro de Interior) , y con la complicidad de algunos empresarios de Gasteiz y algún jerarca de la Iglesia, cargó contra una multitud que buscó protección en la Iglesia de San Francisco del barrio de Zaramaga. La consecuencia, cinco obreros asesinados y más de cien heridos de bala. Ni procesamiento. Ni investigación. Materia Reservada.
Así nació la dolorosa e impresionante cantata “Campanades a Morts” compuesta por Lluis Llach en la que el cantautor catalán, en su angustiosa descripción de lo ocurrido, exclama con voz desgarrada ¡ASESINOS, ASESINOS DE RAZONES Y VIDAS…!
Hoy, 45 años después, constatamos que un fortalecido y en muchos casos legitimado capitalismo criminal, puede actuar y moverse sin control de nadie para conseguir sus objetivos económicos, sociales y políticos, siempre persiguiendo el máximo beneficio y concentración del Poder para una élite o clase privilegiada: Son los “asesinos de razones y vidas”
También, paralelamente, la situación crítica que ya se arrastraba desde la llamada crisis de 2008, se ha visto agravada, más si cabe, por la irrupción del COVID-19 que está generando una crisis sin precedentes tanto a nivel mundial como en nuestro país, con devastadores costes humanos, sociales y económicos.
A nadie se le escapa que la situación creada por el COVID-19 está teniendo profundos y dolorosos impactos tanto a nivel humano como económico. Y que, entre otros factores, esto se debe, en gran medida, al modelo de desarrollo global dominante, consolidado también en nuestro país, y que con la pandemia vemos aún más nítidamente sus debilidades: grandes bolsas de desempleo y precariedad laboral, una falsa dicotomía entre salvar la salud de la población o facilitar el desarrollo económico, presiones crecientes sobre sectores públicos críticos como la salud, la educación o la ciencia, sectores laborales feminizados y explotados, crisis profunda del sistema de cuidados…etc.
Por todas estas razones, un grupo de personas pertenecientes a diferentes colectivos y organizaciones ha puesto en marcha una Iniciativa Legislativa Popular (ILP) para una Renta Básica Incondicional (RBI) para Euskadi.
La Renta Básica Incondicional (RBI) es una prestación monetaria pagada por las administraciones públicas y que permite cubrir las necesidades básicas; es decir, una asignación económica pública, universal e incondicional a toda la población.
Con la Renta Básica Incondicional se quiere garantizar una suficiencia económica mínima que permita abordar proyectos de vida, desde una mayor libertad.
Algunas razones:
– Porque las prestaciones que han existido hasta la actualidad, RGI, AES, IMV, no han logrado erradicar la pobreza en nuestra sociedad,
– Porque el sistema económico vigente y futuro, es incapaz para dotar de un empleo digno a todas las personas, así como de garantizar el reparto equitativo de las tareas del mantenimiento de la vida,
– Porque es imprescindible incorporar al máximo número posible de gente en el esfuerzo de poner el tema en la mesa de debate social, parlamentario, medios de comunicación,…etc.
– Porque se considera que la crisis actual puede ser una oportunidad para fomentar valores positivos y esenciales latentes en la sociedad, como la solidaridad, la participación social o el cuidado mutuo y,
– Porque como alguien dijo; no podemos permitir que se arruinen las posibilidades de lo vivible de una comunidad humana.
¿Y por qué es una propuesta justa la Renta Básica Incondicional?
Porque entendida como forma de garantizar las condiciones materiales de existencia, aumentaría la libertad e independencia de las personas, les capacitaría y fortalecería para hacer oír su voz y que no tuvieran que vivir con el permiso de NADIE.
¿Desaparecería la pobreza? ¿Y la desigualdad?
La pobreza económica desaparecería. La búsqueda de una sociedad igualitaria exige cambios que van más allá de lo que se puede pedir a una Renta Básica Incondicional porque la desigualdad, las desigualdades, no solamente se debe a razones económicas sino estructurales. Pero una mayor independencia económica posibilitará iniciar otros caminos y proyectos que, sin ninguna duda, dignificarán la vida de las personas.
Nunca nos han regalado nada. Tenemos razón y razones suficientes para plantear esta iniciativa pero hay que involucrarse, participar y exigir. Como dice Silvia Federici, desde lo común, desde lo colectivo, hay que intentar “Reencantar el mundo”
DECÍA UNA PARED: SOÑAR, LEVANTARSE, ORGANIZARSE, TRANSFORMAR
TORTURA: YO OS CREO
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