Ante la muerte de Jose Angel Otxoa de Eribe
El pasado martes, 28 de octubre, fallecía en su casa de Urkabustaitz, el preso político vasco Jose Angel Otxoa de Eribe. Jose Angel, como ya sabéis, padecía una gravísima enfermedad desde el año 2015, pero no fue hasta este pasado mes de julio que le concedieron el tercer grado y la libertad condicional. Le concedieron la libertad condicional cuando el Estado Español era consciente de que la gravedad de su enfermedad traería un desenlace terrible en muy poco tiempo. Lo sacaron de la cárcel para que no muriese en ella. Por desgracia, Euskal Herria ha conocido otros casos de este tipo. No puedo dejar de recordar a Oier Gomez, preso político gasteiztarra muerto en parecidas circunstancias el pasado 26 de enero. Zuei bioi nire maitasuna, Agur eta Ohore Jose Angel eta Oier!
Hoy me toca, desde la responsabilidad política que tengo, dejar sobre la mesa una reflexión amarga sobre lo vivido estos últimos días. Dejando a un lado el dolor y la tristeza que sentimos por lo sucedido, por lo que están viviendo sus familiares y amigos y el conjunto de la izquierda abertzale en general, he de reconoceros que hechos tan violentos como estos nos tambalean nuestras convicciones, la certitud de los caminos emprendidos y la firmeza de nuestros planteamientos. Porque, ante lo vivido estos últimos meses en Araba, la muerte de dos kides por la represión de las cárceles españolas y francesas, quién no se cuestiona si lo que hacemos es suficiente o no, es adecuado o nos estamos confundiendo. Quién no se cuestiona a si mismo, en lo personal y lo colectivo, sobre si podríamos haber hecho más o mejor.
El estado español es cruel, vengativo y muy violento. Nos lo ha demostrado a nosotras durante 60 años, y ahora empieza a demostrarlo en otras naciones sin estado. Y porque lo sabemos, y porque es exactamente ese estado al que nos hemos enfrentado durante décadas, tenemos 248 kides en las cárceles españolas y francesas. La lucha por una Euskal Herria más libre siempre ha sido un camino duro, pero lo fundamental para avanzar en ese camino ha sido el saber adecuar nuestra estrategia política a los contextos históricos, para hacer mas efectivo ese camino. Por eso, me digo a mi misma, que el dolor que sentimos en estos momentos no nos puede hacer dudar, o desfallecer, al contrario, lo tenemos que convertir en rabia y hacer de cualquier lucha política que se desarrolle en Euskal Herria un homenaje a estos kides que nos han dado todo, hasta su vida.
Este ejercicio de autocrítica personal y colectivo que hoy asomo aquí creo que es sincero, sano y necesario para avanzar en la consecución de nuestros objetivos, en este caso, la vuelta a casa de todas las presas y represaliadas políticas vascas. Lo que me jode, es que una muerte tan dura no remueva absolutamente nada, ni personal ni políticamente, en otros espacios políticos de este país. Me gustaría saber si PNV, Podemos o el PSE han hecho una reflexión de este tipo; si se cuestionan si lo que hacen es suficiente o podían haber hecho mas. Estoy segura de que no. Y aquí cada uno tenemos nuestras responsabilidades, nosotras las nuestras, pero ellos las suyas.
Y mientras a nuestro kides los están matando en las cárceles, todos ellos se dedican a enfangarnos en debates falsos y malintencionados; que si los ongi etorris hacen daño a las victimas, que si suelo ético, que si auto critica sobre la violencia de ETA…y así todo el rato. Y yo lo tengo claro, el estado español, los partidos que lo sustentan y quienes les apoyan, así como los medios de comunicación que lo silencian son responsables de los asesinatos de ciudadanos vascos en cárceles españolas. Algunos por tener responsabilidades directas, y otros por colaborar con ellos. Aquí quien sigue utilizando la violencia de manera estructural y sistemática, por medios judiciales, policiales o penitenciarios son ellos, única y exclusivamente ellos.
Nos hablan de paz mientras siguen con su guerra. Nos hablan de convivencia mientras asesinan a nuestro compañeros. Nos hablan de derechos cuando ellos los conculcan todos con el único objetivo de causar dolor intencionadamente. Por ello debemos seguir en el camino, gritando mas fuerte, siendo mas, aumentando la presión, siendo mas rebeldes. Debemos seguir en el camino de un futuro mas libre para nuestro país y para sus gentes. Debemos seguir en el camino para forzar a los estados a que dejen en libertad a nuestro kides. Si avanzamos en el camino, día a día nos iremos reencontrando con kides que hacen el camino de vuelta desde Algeciras, Rennes, Villabona o Jaén. Debemos seguir en este camino porque el Colectivo esta en él, porque todas estamos en él.
DENAK ETXERA ETA MUXU BANA!!!
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