Aitor Zelaia y Galder Barbado cumplen cuatro meses en prisión preventiva y dispersados
Los dos jóvenes alaveses se encuentran a día de hoy en la cárcel de Daroca, a 350 kilómetros de sus casas. A día de hoy, sigue sin haber fecha para el juicio.
La mañana del jueves 7 de febrero las especulaciones se viralizaban en la red y a medida que avanzaba el día se confirmaba la noticia: la Ertzaintza había detenido al joven gasteiztarra Aitor Zelaia en el centro de la ciudad y también hacía lo mismo con el joven de Aiaraldea Galder Barbado.
En los dos casos se llevaron a cabo también registros desde las 07:00 horas y más tarde eran trasladados a Madrid, ya que la orden de detención llegaba desde la Audiencia Nacional aunque era la Ertzaintza quien ejerció las detenciones y los registros, algo poco habitual en estos casos.
El viernes 8 de febrero, sin embargo, los dos jóvenes pasaron por delante del tribunal. La juez tomó la decisión con rapides: ingreso en prisión.
La titular del Juzgado Central de Instrucción número 3, María Tardón, imputaba a Galder Barbado y Aitor Zelaia un delito de “tenencia de sustancias explosivas, inflamables o incendiarias”, algo que ellos negaron en todo momento.
Minutos más tarde, el mismo 8 de febrero, Barbado y Zelaia ingresaban en la prisión de Soto del Real, Madrid. Nada más lejos de la realidad, estuvieron encarcelados en dicha prisión madrileña durante más de un mes en régimen de aislamiento, sin apenas tener contacto con el restos de prisioneros. Se desconocen los motivos por los que estuvieron en aislamiento durante tanto tiempo.
A mediados de marzo, los dos jóvenes alaveses eran trasladados a otra prisión: Daroca, en Zaragoza, una cárcel que se encuentra a 350 kilómetros de Araba. Por lo tanto, las visitas de amigos y familiares suponen un total de 700 kilómetros -350 para el viaje de ida y otros tantos para el de vuelta-.
A día de hoy, sigue sin haber fecha para el juicio y siguen en la cárcel de Daroca.
Un largo historial de acoso
Galder Barbado ya fue detenido el 25 de mayo de 2016, y trasladado por la Guardia Civil al cuartel de Gasteiz. Lo acusaron de enaltecimiento del terrorismo por la Gazte Danbada celebrada en Urduña, aunque fue liberado horas después.
El joven había denunciado acoso policial años antes. En 2011 realizó una aparición pública junto a otros tres jóvenes para hacer públicas las amenazas que habían recibido.
En 2008 -con 18 años- lo pararon en un control policial en la carretera y lo llevaron al monte para golpearlo, según denunció el propio Barbado.
En 2009, la Ertzaintza obligó al joven a entregar pelos en plena calle para realizar una prueba de ADN, y en 2011, su vehículo apareció con pegamento en la cerradura y la palabra “jodete” escrita en el coche.
Cuatro meses también de apoyo
Los últimos meses han servido también para denunciar la situación de los dos jóvenes en las calles y en diferentes actos. Muchos recordarán que el 14 de abril, por ejemplo, las caras de los dos encarcelados estuvieron en la cabecera del final de la Korrika en Gasteiz.
Fue en Gasteiz también donde, horas después del encarcelamiento de ambos, se llevo a cabo una manifestación masiva pidiendo la libertad de ambos. Semanas más tarde, una foto masiva bajo el lema Maite Zaituztegu. Aitor eta Galder eutsi gogor también traspasó los barrotes y llegó hasta la cárcel.
En abril, en el acto central del Gazte Topagune celebrado en Lemoa se pudo una carta escrita por Zelaia y Barbado, animando a toda la juventud a seguir trabajando además de denucniar la situación que padecen ellos y sus compañeros entre bromas: «Al final, el que más cárcel paga, es el funcionario».
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