Artgia presenta pinturas realizadas por la artista Carolina Mattos a través del bordado y la técnica de la pintura. En todas ellas, Mattos alude a la silla como objeto que simboliza la espera para ocupar espacios. «Espacios en los que creemos que podemos ser útiles, espacios en los que creemos que nuestras voces pueden crear una diferencia, pueden ayudar, espacios que vemos mal representados o simplemente vacíos».

Esta dicotomía entre querer y poder, dar y recibir o recibir es la que el artista trabaja criticando a la sociedad: «Cuando se produce la situación adversa, y cuando al final podemos ocupar esos puestos, cuando tenemos la palabra, ¿cómo recuperarlos en la falta de autoestima provocada en nosotros por tantos años de reproche e indiferencia?», se pregunta Mattos. En este sentido, la artista se pregunta ¿por qué vemos tantos espacios vacíos y no podemos dar el paso de llenarlos? Hay espacio, pero ¿cómo hacemos realmente para que todos podamos participar activamente en las cosas y espacios que nos importan?

Carolina Mattos (Buenos Aires, 1988) lleva tres años viviendo en Vitoria. Estudió escenografía en la Escuela Metropolitana de Arte Dramático (Emad) y actualmente se dedica principalmente a la ilustración freelance y a la dirección artística en cortometrajes, videoclips y fotografía, así como a la producción de su trabajo. Ha realizado talleres de cerámica, grabado, stop motion, animación 2D, etc. Es una bordadora autodidacta que lleva mucho tiempo investigando sobre el arte textil, la versatilidad de los tejidos y las combinaciones de los tejidos con otros materiales.