El pasado sábado se celebraron los dos primeros ejercicios de la primera OPE conjunta de bomberos convocada en la CAV para cubrir puestos vacantes en el Organismo Autónomo de Bomberos y Bomberas de Araba y en la Diputación de Gipuzkoa.

Estas administraciones, encomendaron el desarrollo de la OPE a la Academia Vasca de Policía y Emergencias de Arkaute.

Bomberos y bomberas se concentrarán este miércoles a las 10:30 frente a las Juntas Generales para exigir responsabilidades y pedir explicaciones de lo que «desde el principio ha sido una OPE sumida en el oscurantismo».

Las bases de la convocatoria no fueron consultadas a la representación del personal, según han criticado. Como resultado: «El sábado durante las pruebas las personas aspirantes, vieron con sorpresa como los exámenes de conocimientos apenas tenían protagonismo, mientras las pruebas psicotecnias se convertían en el factor determinante». Denuncian que el 95% de los aspirantes interinos quedará fuera.

En la protesta de hoy, han reivindicado unas OPEs justas y transparentes, «acordes a nuestro puesto de trabajo y en el que no nos juguemos una plaza en un ejercicio de esas características».

Han criticado que las administraciones hayan delegado sus funciones en un organismo «totalmente oscuro y opaco», y hayan hecho una dejación de funciones.

Por ello han pedido responsabilidades y la dimisión de Irma Basterra, Diputada alavesa de Equilibrio Territorial; Eider Mendoza, Diputada de Gobernanza y portavoz de la Diputación Foral de Gipuzkoa; y Alberto Amenabar, Director Gerente bomberos y bomberas forales de Alava.

El sindicato LAB ya había mostrado anteriormente, en septiembre, su oposición al modelo de gestión de la OPE de bomberos de Araba y Gipuzkoa: ante la falta de marco negociador y las sospechas de que los criterios del proceso de inscripción pretendían acercar la figura del bombero al modelo policial. Consiguieron que al final rechazaran el criterio de la OPE de bomberos que habría permitido a la Dirección de Policía pedir informes personales.

ELA, por su parte, ha denunciado que las pruebas psicotécnicas están fuera de la realidad cotidiana de la labor de las y los bomberos, y que Arkaute ha vulnerado los derechos lingüísticos de las personas que han querido realizar las pruebas en euskara.