El PP intenta justificar su soledad a favor de la dispersión atacando una entrevista
El grupo juntero del PP ataca a la revista ‘Herrian’ de Asociación de Concejos de Álava por hacer una entrevista a la madre del preso político de Araia Igor Martínez de Osaba. El miércoles, casualmente, se debate una moción contra la dispersión en las Juntas Generales de Araba.
La revista ‘Herrian’ es un ejemplar de la ACOA, Asociación de Concejos de Álava, que sale a la luz pocas veces al año. Entre los contenidos que suelen tratar se encuentran temas sociales, políticos o culturales. En el último ejemplar, el primero de 2018, hay una entrevista a la madre del preso político de Araia, Igor Martínez de Osaba. Una entrevista, como tantas otras, a una familiar que tiene que sufir la dispersión que ya se ha llevado por delante la vida de 16 personas en la carretera. La última, la de la madre de la compañera de Unai González, que murió en la carretera cuando iba a visitar al expreso alavés a Zaragoza.
Curiosamente, esta entrevista fue publicada ya hace semanas, pero el PP ha decidido sacarla ahora a la luz para justificar su soledad a favor de la dispersión. Es más, atacan también al entrevistador, Iker Zubia, justificando que éste también estuvo en prisión acusado de ser miembro de ‘Gestoras Pro Amnistia’.
Y es más. Esta denuncia llega apenas horas antes de que se vote en las Juntas Generales de Araba una moción contra la dispersión.
Además, la portavoz del Partido Popular en las Juntas Generales de Álava, Ana Morales, dice no descarta llevar a los tribunales esta entrevista bajo la acusación de «enaltecimiento del terrorismo», una opción que desde el grupo juntero «se está estudiando».
Araba y la dispersión, cifras que poco varían a final de año
La dispersión contra el colectivo de presos y presas políticas vascas ha cumplido 28 años. Un castigo añadido, entre otros muchos, a las propias personas y en particular a sus familiares y allegadas.
En Araba, hoy en día, son 25 los presos y presas políticas vascas: 22 están en cárceles españolas y 3 en cárceles francesas. 22 son hombres y 3 de ellas son mujeres. De estas personas, cuatro pasan ya los 60 años de edad. Además de ello, otras tres personas llevan más de 20 años en prisión.
Si echamos la vista atrás, en el año 2007, el EPPK tenia 43 presos y presas políticas alavesas: 3 eran mujeres y 40 eran hombres.
La dispersión en kilómetros
Solo una de estas personas se encuentra en Euskal Herria; no hay una sola presa más de Araba que se encuentre encarcelada en una prisión vasca. Haciendo cinco bloques, la dispersión en kilómetros en Araba se podría resumir de esta manera:
- Seis de ellas entre 800 y 1000 kilómetros.
- Siete de ellas entre 600 y 800 kilómetros.
- Ocho de ellas entre 400 y 600 kilómetros.
- Cinco de ellas entre 200 y 400 kilómetros
Si calculamos la media en kilómetros, estas 25 personas presas están a una media de 648 kilómetros de sus hogares. Dicho de otra manera: cada familiar o allegada de una presa política alavesa debe realizar alrededor de 1300 kilómetros para una visita que muchas veces se reduce a 40 minutos tras un cristal.
En el año 2007, de los 47 presos y presas políticas alavesas tres se encontraban en cárceles vascas: el 93% de ellas estaban dispersadas en cárceles del estado español y del estado francés. Varía también la media de kilómetros; si hoy en día se encuentran a una media de 648 kilómetros, hace diez años se encontraban más cerca, a 628 kilómetros de sus hogares. Estas personas alavesas, al igual que el global del colectivo EPPK, se encuentran más lejos de Euskal Herria que hace 10 años o hace 5 años, cuándo ETA anunció el cese definitivo de su lucha armada.
Los 25 presos y presas políticas de Araba están a una media de 648 kilómetros de sus hogares
Un ejemplo más. Pongámonos en la situación de que la amiga de una de estas 25 personas visita a su compañera un fin de semana si y otro no, un total de 25 fines de semana al año. Utilizando la media que hemos sacado, la amiga, al final del año, habrá hecho 35.500 kilómetros, justo los kilómetros que se necesitan para dar la vuelta entera al planeta. Una vuelta al mundo para un total de 16 horas de visita tras un cristal y por telefonillo.
Las más pequeñas también lo sufren
Una de las partes más duras de la dispersión es la de las más pequeñas. Un total de 38 niñas y niños alavesas sufren la dispersión todos los fines de semana. De estas 38 menores de edad, 10 son hijas o hijos de alguna presa política, lo que supone una carga emocional añadida que tiene repercusión en su día a día: desde la ikastola hasta la hora de relacionarse con el resto de compañeras en la infancia o en la adolescencia. Muchas de estas personas han nacido conociendo la cárcel desde el primer fin de semana de sus vidas.
La parte más cruel de una ruleta rusa que sigue presente
De las 16 personas que han muerto en los 28 años que lleva en vigor la política de dispersión, cuatro de ellas son alavesas. Cuatro ciudadanas alavesas han perdido la vida en la carretera de camino a cárceles que se encuentran en el estado español o en el estado francés.
Pilar Arsuaga y Alfonso Isasi, de Laudio; Ruben Garate, de Otxandio, y Natividad Junko, de Gasteiz. Cuatro personas, que hasta el día de hoy, no son reconocidas cómo víctimas.
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