En un día histórico para el pueblo de Maeztu, las reivindicaciones de paralización de los emplazamientos de centrales de producción de energía eólica se escucharon durante todo el recorrido, así como el clamor popular dirigido hacia el alcalde de Arraia-Maeztu, Anartz Gorrotxategi, para que sea éste el que defienda el territorio natural protegido medioambientalmente de las dos centrales eólicas situadas en el ayuntamiento de Arraia-Maeztu, una ubicada en Entzia (Montes de Iturrieta) y la otra en Montes de Vitoria (Azazeta).

También se requirió a la señora Tapia, al señor Ramiro González, y al señor Josean Galera para decirles que las infraestructuras grises que quieren imponer en los montes del Territorio alavés acarrearían una pérdida irreparable de biodiversidad y que «no son compatibles con su preservación» dado que la industrialización de espacios de alto valor natural supondría su destrucción, y con ello, el daño a la vida que estos acogen.

Manifiestaron que la promotora de estas ubicaciones es la empresa Aixeindar, participada al 40% por el Ente Vasco de la Energía y al 60% por Iberdrola y, recordaron que, hace 14 años, el Gobierno Vasco creó la empresa participada al 50% de Eólicas de Euskadi junto a Iberdrola para luego vendérsela a ésta.

Por todo ello dijeron que este modelo no les representa, «ni es sinónimo de autosuficiencia, ni construye país, ni conecta el territorio con la vida».

Expusieron que «el debate sobre las ubicaciones de centrales eólicas en los montes de nuestro Territorio ya se cerró hace una década», y recordaron que fue el propio Parlamento Vasco el que,en 2009 y por unanimidad, derogó el antiguo Plan Territorial Sectorial de las energías eólicas. En este plan se desecharon emplazamientos que, hoy vuelven a ponerse encima de la mesa..

Además, denunciaron que se vayan sumando centrales a la lista de cordales montañosos. Con este hecho, según dijeron, «están infringiendo disposiciones basadas en amplios consensos que evitan procedimientos administrativos imperativos». Entre ellos el respeto a la norma básica de las nuevas y más avanzadas Directrices de Ordenación del Territorio y un nuevo PTS derivado de las mismas sin aprobar hoy en día.

Asimismo reclamaron de forma urgente y definitiva la declaración de las áreas montañosas en su totalidad como zonas de exclusión, siguiendo el Plan Mugarri, plan que también fue admitido por todos los grupos políticos. Piden la paralización inmediata de los proyectos en curso y de los nuevos que cada semana van aireando y que en el nuevo PTS de las energías renovables así sean consideradas.

Recalcaron, que cada vez son más personas, más colectivos, más agentes sociales, más pueblos los que están diciendo no a estos proyectos y sí a la conservación del patrimonio natural.

Por útlimo afirmaron que «Las renovables deben ser aliadas de la preservación de la biodiversidad; la transición energética y la biodiversidad son un binomio indisoluble, de manera que procurar la primera sacrificando la segunda, es un objetivo peligroso e irresponsable».