Lumagorri considera que la «guía del buen matrimonio» presentada por el Ayuntamiento les «heterorroriza»
Después de que el consistorio local presentara la llamada “declaración de sentimientos y compromiso por una paternidad positiva, corresponsable, consciente y activa“, Lumagorri HAT ha querido expresar su «repulsa y repugnancia».
El Ayuntamiento de Gasteiz presentaba hace una semana la llamada “declaración de sentimientos y compromiso por una paternidad positiva, corresponsable, consciente y activa». El consistorio incluirá esta declaración en todas las bodas que se celebren en el Ayuntamiento. En ella se pide a los padres y madres que se comprometan a “trabajar menos fuera de casa y más dentro“, y a “asumir las tareas domésticas en equivalencia con la pareja”, entre otras materias.
Desde Lumagorri HAT han querido expresar su «repugnancia y repulsa» ante esta declaración va ha hacer firmar el Ayuntamiento a las parejas heterosexuales que se casen en sus instalaciones.
«Decimos parejas heterosexuales porque está claro que esta Declaración esta dirigida exclusivamente a ellas por ser las que pueden reproducirse», denuncian.
Desde este colectivo consideran que «esto no es más que otra apología de la heterosexualidad como régimen político, intentando promocionar un tipo de de relaciones en las que el heteropariarcado se ha basado para potenciar la desigualdad de genero y el machismo».
Lumagorri: «Esto no es más que otra apología de la heterosexualidad como régimen político»
Además, creen que desde el feminismo «se ha demostrado que las unidades convivenciales, que pueden llamarse también familias, son muchas y muy variadas, y que el centro de las mismas deben ser los cuidados y no la reproducción, mucho menos si es obligatoria».
Reconocen que en la mayoría de las parejas heterosexuales el trabajo domestico recae en mayor medida en las mujeres, pero recuerdan que, gracias al feminismo, son cada vez mas «las mujeres empoderadas que no se dejan explotar por los mandatos de genero y no necesitan del paternalismo institucional que las convierte en simples victimas sin criterio y sin capacidad de opción. Y aunque haya que reconocer el papel fundamental que han tenido las mujeres en la crianza, no hay que olvidar que este no es el único papel que han tenido ni que es el único en el deban encontrarse, ni mucho menos marcarse como objetivo».
El Servicio de Infancia y Familia del Ayuntamiento de Gasteiz, «que con ese nombre parece tener el cometido de promocionar a la familia heterosexual y reproductiva», cree Lumagorri que «debe ponerse al día sobre las necesidades de las diferentes unidades convencionales y familiares que existen en la realidad y no dedicarse a potenciar modelos patriarcales mucho menos desde la perspectiva de la igualdad entre hombres y mujeres. Si se quiere trabajar por erradicar la desigualdad de genero tienen muchos temas a los que no dedican ni los recursos ni los servicios que son sobradamente deficitarios y no realizar acciones que resuenan a los cursos prematrimoniales a los que obligaba a hacer la Iglesia a las parejas que querían casarse.
La palabra usada para definir la medida del Ayuntamiento es «heterrorismo»: «El Ayuntamiento debe velar por los intereses del vecindario y no solo para los, ya obsoletos y reaccionarios, de las parejas heterosexuales reproductoras».
Lumagorri dice ser consciente de que la heterosexualidad como régimen político está seriamente amenazada pero no creen que deba ser defendida desde «instituciones que deben primar el bien común para una sociedad diversa, enriquecedora y solidaria».
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