Gasteiz vuelve a ser protagonista y se pueden utilizar las mismas palabras que usamos el pasado miércoles para describir la sentencia de tres años de cárcel y 12.960 euros de multa por agredir a ocho mujeres en Gasteiz, cuatro de ellas menores: el carácter misógino del sistema judicial vuelve a quedar en evidencia. 

Esta vez, la sentencia llegó el jueves día 17. Un hombre para el que la Fiscalía de Araba pedía 11 años por «un delito de agresión sexual, otro de coacciones y otro de maltrato» se libró de un acceso inmediato en prisión. 

Su defensa alcanzó un acuerdo con la Fiscalía, un pacto que permitirá que el imputado pague su pena acudiendo a cursos sobre igualdad, abonando una cuantía de 1.000 euros a la mujer agredida y dedicando 40 días a trabajos en beneficio de la comunidad. También asume una condena de un año y ocho meses de cárcel pero no entrará en prisión al no tener antecedentes.

Este caso había sido calificado por la Fiscalía como «tres delitos de agresión sexual, detención ilegal y maltrato». El juez señaló que «no se considera necesario su ingreso en prisión para evitar que vuelva a cometer estos delitos» y la Fiscalía se refirió a su compromiso previo de pagar a la víctima por el mero hecho de que llevó 300 euros consigo al juicio.