Trelleborg Izarra forma parte de una multinacional con sede en Suecia y se dedica al laminado de planchas de caucho. Es una de las principales industrias de la comarca de Gorbeialdea, empleando alrededor de 150 trabajadores y trabajadoras. El Convenio Colectivo, que finalizó el 31 de diciembre de 2020, afecta a dos tercios de la plantilla, aproximadamente.

Tras más de un año de negociación del convenio, el 9 de marzo la plantilla decidió iniciar movilizaciones y huelgas. A día de hoy, han realizado 10 jornadas de huelga en distintos días de la semana, y han convocado 7 jornadas de huelga más para el mes de mayo. El presidente del  Comité de Empresa -formado por los sindicatos ELA, CCOO, UGT, ESK e independiente- ha lamentado que han tenido que «realizar este paso ante la falta de actitud negociadora mostrada por la representación de la empresa».

Una de las principales reivindicaciones es la equiparación salarial de una plantilla que tiene grandes diferencias salariales entre trabajadoras con las mismas funciones. Según han explicado representantes de la plantilla, se encuentran en un centro de trabajo en el que de unas 100 personas afectadas por el Convenio Colectivo distribuidas en 4 grupos profesionales, se dan unos 70 salarios diferentes -no teniendo en cuenta conceptos de pluses como la antigüedad, la turnicidad y la nocturnidad.

Para ello piden la eliminación del plan de carrera, que introduce una doble escala salarial «inadmisible», que las personas de ETT tengan las mismas condiciones de la plantilla, reducir la jornada de trabajo y limitar al máximo «las ansías de disponer de flexibilidad de la plantilla de la empresa».

Negociaciones

El Comité de Empresa ha denunciado la intención de la empresa de alargar el conflicto. La empresa tardó meses en aceptar sentarse a negociar ya en 2021 y durante ese tiempo en dos ocasiones han acudido al PRECO para continuar con la negociación ante la negativa de la empresa a reunirse.

A día de hoy, denuncian que la situación es «rocambolesca», pues la empresa ha retirado su última oferta para llegar a un acuerdo, volviendo a la posición anterior.

Acoso a miembros del Comité y huelguistas

El Comité de Huelga ha denunciado el «continuo acoso» al que están siendo sometidas personas del Comité de Empresa y huelguistas: «reciben llamadas a sus teléfonos personales, se les hacen entrevistas personales amenazantes en el centro de trabajo, entre otras cuestiones».