Montaje realizado con las fotos del informe técnico del arquitecto municipal de Aiara y una foto de la empresa Zorroza gestión de residuos | Argazkia: Aiaraldea.eus

Un trabajador de la empresa Zorroza de Gestión de Residuos, ubicada en el polígono industrial de Murga en Aiara, fallecía el lunes 24 de febrero tras precipitarse desde una altura de 8,7 metros. Mientras se esclarecen los hechos que rodean esta muerte, se van conociendo nuevos datos acerca de sobre la actividad y practica de la planta de reciclaje.

Expediente abierto y graves infracciones

El ayuntamiento de Aiara abrió a Zorroza un expediente por el incumplimiento de medidas de seguridad y salud de las personas y  protección ambiental meses antes del accidente que pondría la empresa bajo foco. Hala Bedi ha tenido acceso al informe realizado en diciembre de 2019 por el arquitecto municipal.

El informe del arquitecto toma como base un informe técnico anterior, fechado el 11 de diciembre de 2017, en el que se recogen dos infracciones graves realizadas por la empresa: La existencia de  gestión de materiales no definidos en el proyecto de actividad y almacenar una mayor cantidad de basuras de lo permitido.

El Departamento de Medio Ambiente y Planificación Territorial exige que antes de almacenar y manipular cualquier otro residuo no detallado en el proyecto de actividad debe legalizarse el procedimiento y obtener una licencia correspondiente al respecto por parte del Ayuntamiento, en este caso el de Aiara. En cambio el informe técnico del 2017 pudo observar que Zorroza manipulaba residuos para los que no contaba licencia alguna.

La ocupación de los residuos es otro de los puntos que destacan del informe técnico y que supondrían otra grave infracción de la normativa. El informe detalla que el espacio ocupado por los residuos era superior en un 22,54% a lo especificado en el proyecto de actividad. El informe indicaba también la alarmante altura que habían alcanzado los cúmulos de residuos, aumentando la altura en un 170,66% para el cúmulo de vidrio y plástico y en un 205% para los neumáticos.

Estas dos infracciones calificadas como graves habrían hecho, según el informe del 2017, que el riesgo de incendios en la empresa pasara de un nivel bajo a un nivel medio. En concreto en octubre de ese mismo año un se produjo un incendio en la empresa con llamas de más de 5 metros de altura que se propagaron con facilidad gracias a los combustibles vertidos por el suelo de la empresa como señala el parte de actuación de los Bomberos de Araba.

Negativa y trabas a la inspección técnica

Basándose en el informe del 2017 el arquitecto municipal acudió a inicios del 2019, por petición del Ayuntamiento de Aiara, a realizar una inspección técnica de la empresa Zorroza Gestión de Residuos. El arquitecto municipal programó varias visitas a la planta de reciclaje para realizar dicha inspección.

Las dos primeras visitas fueron suspendidas por la empresa aludiendo a «confusión de la fecha y hora o desconocimiento de la convocatoria». En un tercer intento del arquitecto municipal para visitar la empresa fue el propio dueño de esta quien impidió el paso de los técnicos. Ante las constantes negativas y trabas el informe del arquitecto recoge una serie de fotos realizadas desde el exterior de la planta de reciclaje.

Fuel el pasado mes de enero cuando los técnicos consiguieron acceder a la empresa Zorroza, esta vez acompañados por la Ertzaintza, el expediente aún sigue abierto.

El informe del arquitecto concluye  que Zorroza Gestión de Residuos ha incumplido todas las ordenes administrativas que le exigían «restaurar los bienes alterados» para ajustarse a las condiciones impuestas por el proyecto de actividad.

Silencio administrativo

Otro dato que señala el informe del arquitecto municipal es que Zorroza Gestión de Residuos, obtuvo la licencia de actividad mediante silencio administrativo. Es decir, Zorroza tramitó un  permiso para realizar su actividad pero no recibió ninguna respuesta del Departamento de Medio Ambiente del gobierno Vasco.

Todas estas irregularidades encajan con la versión ofrecida por varios testigos el día del accidente mortal de un trabajador, el 24 de febrero. Según testigos, varios camiones se dedicaron a sacar todos los residuos acumulados de manera irregular en la empresa la noche tras el accidente.