La dinámica contra el Salón de Juegos de Judimendi pasa del ámbito juvenil a una lucha de todo el barrio con la campaña Judimendi dice no al salón de juegos. Vecinas de todo el barrio han comparecido para mostrar su preocupación por este local que ya ha conseguido cerrar varios comercios. Chapas en las solapas y banderas en los balcones ayudarán a difundir la campaña.

La dinámica contra el Salón de Juegos de Judimendi que nació hace ya dos desde la Gazte Asanblada de Judimendi se extiende a todo el barrio gasteiztarra. El sábado 6 de abril una rueda de prensa diversa realizada en la plaza Sefarad, ha reunido a vecinas y vecinos de diferentes procedencias, edades e ideologías, preocupadas y preocupados por la situación que hay en el barrio.

El negocio Salón de Juegos Premium que abrió sus puertas hace dos años en la calle Olaguibel. A simple vista, tiene el mismo aspecto que cualquier otro bar que podemos encontrar en Judimendi: una barra llena de pintxos y a un precio muy asequible, nada raro. Pero si seguimos mirando más allá del otro lado de la barra, nos encontraremos con ruletas, tragaperras y maquinas en las cuales se pueden apostar: «Este negocio se lucra de la adicción y de la dependencia que crea el juego», han explicado las congregadas.

Siendo esta la situación, durante el último año, la Gazte Asanblada  del barrio decidió hacerle frente a la situación mostrando los estragos que deja un salón de juegos: trabajos de observación, un informe, conferencias, advertencias y ruedas de prensa han sido el pan de cada mes el úlimo año. Todo ello, dentro de la dinamica Jokoz kanpo.

Un problema más allá del ámbito juvenil

La novedad de la comparecencia ha sido que el barrio, como tal, ha querido dar un paso hacia delante, para dejar claro que además de las jóvenes, son muchas las vecinas que se han dado cuenta de la seriedad de esta situación.

«Las vecinas y los vecinos queremos dejarlo muy claro; el salón de juegos pone en riesgo el modo de vida de Judimendi. Por ello, no es lícito que actuemos como si no pasase nada, este tipo de negocios traen muchas consecuencias. Nos lleva al individualismo, crea dependencia como precariedad y crea una competencia desleal nhacia los bares y comercios de alrededor».

Como ejemplo han puesto a dos bares del barrio han tenido que bajar sus persianas. También han remarcado que las trabajadoras del salón están obligadas a trabajar «unas jornadas interminables», para que el negocio pueda estar 24 horas abierto y así «poder seguir alimentando la adicción al juego».

Más allá de ello, han querido dejar claro que el modelo de barrio que quieren en Judimendi no tiene nada que ver con el Salón de Juegos. «De una manera u otra, nos afecta a todas y a todos. Siendo un problema de todo el barrio, es necesario la participación de todas las vecinas y todos los vecinos».

Chapas y banderas para la nueva dinámica

Judimendik joko aretoari ez! Judimendi dice no al salón de juegos. Así se llamará la nueva dinámica que han presentado. Como punto de partida, ofrecerán dos tipos de recursos. Por un lado, llevarán unas chapas que muestran su desacuerdo, y por otro, colgarán en los balcones de las casas, unas banderas en contra del Salón de Juegos.

Y, como es obvio, aprovechan para extender el llamamiento a todas las personas de no consumir en el local. «Sabiendo las consecuencias que trae este establecimiento, cada una cogerá su compromiso de no consumir en dicho lugar, consiguiendo así una respuesta firme y unida». En este sentido, consideran que, siendo un problema colectivo, es necesaria la participación y el compromiso de toda vecina.