Un aficionado del Alavés que en diciembre acudió a Girona al partido del equipo albiazul denuncia con pelos y señales a Hala Bedi el trato recibido por la seguridad privada del club catalán y los Mossos D’esquadra. Después de ser golpeado y  generarle erosiones en la frente, una lesión cervical y una fractura en epitroclea ha recibido una propuesta de sanción que asciende a 3.000 euros y la prohibición de entrar en cualquier evento deportivo durante 6 meses.

Pongámonos en situación. 5 de diciembre, puente de diciembre, Girona. Partido de la Copa del rey entre el Alavés y el Girona en Montivili. Varios grupos de amigos se organizan para viajar hasta los Països Catalans. Es el caso de Jagoba, un aficionado de Gasteiz que prefiere no dar a conocer sus apellidos, que tras más de 7 horas de viaje y con un par de paradas, llegó a Girona y tras aparcar en una zona cercana al campo decidieron potear por la zona. Las horas previas al partido las compartieron con aficionados del Girona en un ambiente de cordialidad.

A media hora del comienzo del partido Jagoba y sus amigos deciden acercarse al campo. Al llegar a la puerta de acceso “Zona Visitante” se despiden de los aficionados del Girona y se desean suerte mutuamente. Todo normal.

Estando esperando en la cola eran varios los aficionados que llevaban prendas de Iraultza 1921. En el caso de Jagoba, una camiseta, una bufanda y un jersey. Los problemas empiezan cuando los vigilantes de seguridad les informan que no pueden entrar con esa ropa. «Yo -Jagoba- les pregunto primero amablemente que cuál era el motivo, seguidamente expresó mi malestar sin agresividad y sin insultar a nadie ya que si no podía entrar con esa ropa, tendría que entrar desnudo».

La respuesta de los vigilantes de seguridad sin llegar a entablar ninguna conversación con Jagoba fue avisar a los Mossos D’esquadra diciéndoles que el aficionados del Alavés había «intimidado e insultado» a los miembros de seguridad.

«Al suelo con él»

Es en ese momento cuando salen cinco Mossos D’esquadra y piden a Jagoba que se identifique: «No me niego y según estaba sacando mi DNI de la cartera vuelvo a expresar mi malestar siempre sin agresividad y sin insultar, a lo que seguidamente oigo un grito Al suelo con él«.

«Me tiran al suelo entre los cinco, pero al caer golpeó los codos contra el suelo y debido a que uno de ellos hace fuerza con una rodilla en mi espalda no puedo sacar los brazos para ponerlos en la espalda. Tras pedirles que me quitaran la rodilla de la espalda para tirarme al suelo y poner las manos en la espalda, vuelven a ponerme una rodilla en la espalda y otra en la cara que debido al contacto con el suelo es lo que me provocan las erosiones en la parte de la frente».

Tras 20 minutos en el suelo Jagoba es levantado del suelo sin ser esposado y le sientan en una acera rodeado por los policías e impiden a sus amigos darle agua o comida.

Al darse cuenta que sangra de la frente Jagoba les pide asistencia sanitaria a lo que ellos se niegan. «Me encontraba mareado y les pedí si me podía tumbar a lo que su respuesta fue Si no quieres mas problemas, estate ahí sentadito«.

Después de casi una hora, devuelven el carnet a Jagoba pero le dicen que “la bufanda y la camiseta, nos las quedamos por ser una prueba” y seguidamente le dicen “y la sudadera no te la quitamos por que nos das pena y no queremos que te enfríes. Y ahora lárgate de aquí que no te queremos volver a ver”.

Jagoba abandona el lugar mareado y cuando solo había andado unos 400 metros una pareja preocupada por la situación del aficionado alavesista, hace el amago de llamar al 112 «pero yo sabiendo que corría riesgo de que se podrían enterar los Mossos pues les doy las gracias y les digo que no es necesario».

Finalmente consigue llegar a la furgoneta y una vez allí espera a la cuadrilla tumbado y cuando finaliza el partido se acercan al hospital en donde, tras las pertinentes pruebas, aprecian erosiones en frente y lesión cervical. Es sobre la medianoche cuando abandona el hospital con collarín.

Sin embargo, una semana después se ve obligado a volver al Hospital de Santiago de Gasteiz donde le aprecian una fractura en epitroclea.

Golpes, collarín y sanciones

Si te mandan una carta, y no viene perfumada… Dice la canción. Y eso ha pasado con jagoba casi medio año después de los hechos mencionados. Esta semana le llegaba a Jagoba una proposición de sanción entre 150 y 3.000 euros y prohibición de entrar a cualquier evento deportivo durante 6 meses. En la proposición de sanción a la que ha tenido acceso Hala Bedi, el Departamento de Interior de la Generalitat de Catalunya ofrece una versión muy diferente a la de Jagoba con frases como:

• Que paralelamente se le ha advertido que no podía acceder con la sudadera y la camiseta que llevaba puesta, ya que están consideradas de simbología prohibida.
• Que el Sr. XXX se sacó la camiseta y se la tiró a la cara al vigilante de seguridad y en este momento solicita la presencia de la policía.
• Que concretamente ésta está relacionada con el grupo ultra del club deportivo alavés, con la insignia y emblema: IRAULTZA 1921.

En dicha proposición de sanción, los Mossos D’esquadra ponen especial énfasis en Iraultza 1921: «[…] la Comisión Estatal contra la Violencia, el Racismo, la Xenofobia y la Intolerancia en el Deporte, en virtud de su función legalmente atribuida de promover e impulsar acciones de prevención contra la actuación violentaen los acontecimientos deportivos, comunica periódicamente, a la Real Federación Española, el listado de grupos de seguidores considerados “radicales y/o violentos”, y entre los que se incluye, según consta en la Circular número 16 de la Real Federación Española de Futbol, el grupo Iraultza».

Fragmento de la proposición de sanción

Para finalizar, la proposición recuerda la sanción que quieren aplicar a Jagoba. Como consecuencia de la comisión de las infracciones tipificadas en el presente Título podrán imponerse las sanciones económicas siguientes: a) De 150 a 3.000 euros en caso de infracciones leves. (…) a) Prohibición de acceso a cualquier recinto Deportivo por un período comprendido entre un mes y seis meses, en caso de infracciones leves.

A día de hoy, Iraultza 1921 está llevando a cabo un parón indefinido de su actividad por, entre otras cosas, situaciones como las de Jagoba. En este sentido, nuestro protagonista pretende mediante esta denuncia informar a la gente de la «persecución que se está haciendo a un grupo y a las personas que componemos ese grupo».