En la edición de esta semana charlamos en los micrófonos de Uhintifada con la militante internacionalista Liliana Cordova Kaczerginski, cofundadora de la Red Internacional Judía Anti-sionista (IJAN).

• Uhintifada: "Israel es parte de una internacional fascista y ultraconservadora que intenta imponer su hegemonía en el mundo"
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Cordova nació en París y es hija de un combatiente del gueto de Vilna, en Lituania, durante la Segunda Guerra Mundial. Vivió 14 años en Israel, donde cursó estudios de letras hebreas e hispanoamericanas en la Universidad Hebrea de Jerusalem. Luego se fue a Francia, donde trabajó como pedagoga.

Actualmente está jubilada y en 2008 se adhirió, junto al movimiento al que pertenece, a la campaña de BDS. Se ha involucrado en una intensa lucha, en el plano teórico y práctico, para revelar la verdadera naturaleza colonial y exclusivista del proyecto sionista del Estado de Israel.

En su intervención nos explica los orígenes de la doctrina colonial sionista, y niega que sea un proyecto de liberación nacional. Advierte de la necesidad de desmontar el relato sionista. Rechaza la idea de que Israel acapare la representatividad de toda la comunidad judía.

Denuncia la injerencia de los grupos de presión sionistas a nivel internacional y su colaboración con los grupos de la extrema derecha en todo el mundo. De hecho, alerta de que hay una internacional fascista, de la que Israel es un elemento esencial, que intenta imponer su hegemonía en el mundo utilizando un discurso islamófobo.

Explica el endurecimiento del discurso racista en Israel con la deshumanización de la población nativa palestina, que a su juicio es la única manera de hacer arraigar las ideas xenófobas y supremacistas del sionismo. Califica la situación de la población local palestina como un genocidio lento.

Denuncia, también, la utilización, por parte de Israel, de la cultura, las artes, e incluso la supuesta tolerancia con el movimiento LGTB para lavar su imagen ante la opinión pública internacional; por lo que reivindica la importancia del movimiento BDS para desmontar la normalización de los crímenes del régimen sionista de Israel.

Finalmente sentencia que su identidad judía no la han elegido, pero que como internacionalistas están en la trinchera opuesta al sionismo y que no se puede ser antirracista si no se es antisionista.