Cinco minutos, una eternidad
Estos últimos tiempos están saliendo a la luz diferentes documentales que recogen la verdad de lo ocurrido en Euskal Herria durante décadas. Una verdad sin subjetividades, sin peros, sin lugar a dudas. Una verdad negada, escondida y manipulada. Una parte del relato de lo vivido, la de los malos, los asesinos, los terroristas. Porque las versiones oficiales, el relato oficial impuesto durante mucho tiempo a compuesto una sinfonía donde el guion está claramente preestablecido: Aquí no existe ningún conflicto político, solo unos locos terroristas que matan gente. Y ante eso el Estado debe defenderse.
Sí, esta es la única versión oficial asumida por el Estado español, por sus aparatos pero también por sus organizaciones políticas, sindicales y sociales (salvo honrosas y escasas excepciones). Versión que durante décadas nadie ha querido cuestionar, porque la unidad de España está por encima de todo. Miles de veces hemos hablado en Euskal Herria de la bajeza moral del estado español, de su falsa democracia, de su debilidad ética, del pensamiento autoritarista mayoritario, a fin de cuentas, de un estado podrido que nunca hizo transición democrática ninguna.
“No nos damos cuenta hasta que punto pueden ser insoportables para un preso enfermo los próximos cinco minutos. !Cinco minutos, eh! No hablo de años” dice un familiar de un preso político vasco en el documental “Tipularen sehaska kanta” donde se recogen testimonios de lo que supone la enfermedad en prisión.
“Una madre piensa que siempre puede salvar a sus hijos, yo no pude evitar que a mi hija la detuvieran, yo no pude evitar que a mi hija la torturaran” dice la ama de Iratxe Sorzabal (presa política vasca) en el documental “2 arnas, itxi gabeko 2 zauri”. ¿Dónde está Mikel? En referencia al asesinato de Mikel Zabalza o más recientemente “Gau hura” donde se denuncia la situación sufrida por los jóvenes de Altsasu. He traído aquí solo algunos de los trabajos documentales, pero por suerte, hay más.
A priori casos sin demasiada vinculación directa; épocas diferentes, diferentes tipos de represión, escenarios diferentes… Pero, ¿cómo es posible que ante tanta represión, tantos asesinatos de vascos, tantas torturas, palizas, cargas policiales, cierres de medios de comunicación, ilegalizaciones, penas de prisión desorbitadas… cómo es posible seguir mirando hacia otro lado? A la mierda ellos y su democracia.
Porque seguir negando la existencia de un conflicto político sólo trae impunidad para los ejecutores y responsables políticos de toda esa violencia del estado. Impunidad que lleva a personajes como Villarejo o Martin Villa a asumir delitos y vanagloriarse de ellos sin ninguna consecuencia, no sólo penal, sino política ni social. El estado español es una cloaca, una enorme cloaca llena de mierda donde el más facha medra y los demócratas brillan por su ausencia. Porque… ¿cómo es posible seguir mirando hacia otro lado?
La izquierda abertzale nunca a mirado hacia otro lado. Y a las cosas les llamamos por su nombre; conflicto político, derecho de autodeterminación, violencia, sufrimiento causado. Les llamamos por su nombre y nos responsabilizamos de ello, de lo nuestro. Pero y los demás, ¿dónde están? En el reproche continuo, en la exigencia de un poco más, en la negación de una parte de la verdad.
Nos encontramos en un momento histórico donde se está dando supuestamente una batalla por el relato. Y desde mi punto de vista esa batalla no requiere un “y tú más o yo también”. Esa batalla requiere de un punto de inicio claro; la existencia de un conflicto político entre Euskal Herria y dos estados, para decidir su futuro de manera democrática, en base a la voluntad de vascos y vascas.
Y ese es el principal nexo común entre Mikel Zabalza, la ama de Iratxe Sorzabal, presos enfermos o los jóvenes de Altsasu… La existencia de un pueblo con ansias de libertad y el odio y la represión de dos estados para negar y hacer desaparecer ese pueblo.
Pues aquí estamos y aquí seguiremos. Al igual que siguen ellos, inquebrantables, rígidos, sin desviarse de su versión oficial; con el caso de Aitor y Galder, de Mikel Antza o de los encausados en el sumario 13/13. Aquí seguimos sacando a la luz el terrible sufrimiento de parte de este pueblo. Aquí seguimos defendiendo los derechos de un pueblo para decidir su futuro. Aquí seguimos pensando que los cinco minutos que han durado esta colaboración están siendo una eternidad para un montón de gente que sufre. Aquí seguimos y aquí seguiremos.
DENAK ETXERA ETA MUXU BANA!!
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