La reunión de hoy puede ser decisiva en el conflicto por el convenio colectivo de la planta de Mercedes de Gasteiz. El seguimiento masivo de las jornadas de huelga y las movilizaciones multitudinarias ha cambiado la habitual correlación de fuerzas en la planta, principalmente porque la plantilla ha mostrado unidad en sus dos principales consignas: la no imposición de la sexta noche y la subida salarial en función del IPC.

La unidad de la plantilla quedaba manifiesta el pasado miércoles, 6 de julio, cuando el %95 de los trabajadores secundaban la huelga convocada por ELA, LAB y ESK, que forman el %45 del Comité de Empresa. UGT, CCOO, Ekintza y PIM (el %55) habían desconvocado el día anterior, después de que la empresa presentara una nueva propuesta, que no consideraba las principales peticiones de la plantilla (sexta noche no y subida salarial en función del IPC).

El jueves la dirección anunció que se negaba a seguir con las negociaciones mientras hubiera convocadas huelgas y movilizaciones. Ante esto, en asamblea general, los trabajadores y trabajadoras apoyaron las convovatorias de huelgas para los días 13, 14 y 15 de julio, llamadas por ELA, LAB y ESK. Serán 9 jornadas de huelga en total: el mayor ciclo de movilizaciones de las últimas décadas en la planta.

Las jornadas de huelga del jueves y miércoles fueron también masivas. El viernes, la dirección filtraba que renunciaría a la sexta noche y llamaba la mesa de negociación para hoy, martes.

Los sindicatos UGT, CCOO, PIM y Ekintza se han posicionado en contra de las huelgas y movilzaciones. UGT-Mercedes, en una nota de prensa, criticaba al bloque de sindicatos que mantienen las convocatorias por «no querer negociar» y «boicotear el futuro de 30.000 familias».

ELA, LAB y ESK respondían que UGT miente a sus afiliados y a la plantilla, y que pretende vender como su victoria que la empresa haya renunciado a la sexta noche, sabiendo que ha sido «mérito de la plantilla». Acusaban al sindicato de «desmovilizar» a los trabajadores. Cabe mencionar que muchos de sus afiliados han secundado las huelgas.

En estos momentos, la principal discrepancia entre los bloques sindicales es la postura sobre las subidas salariales en función del IPC: ELA, LAB y ESK se mantienen firmes con esta exigencia, mientras que la mayoría sindical parece haber renunciado a esta condición.

Las decisiones que se tomen esta semana, por tanto, pueden resultar decisiva en el conflicto laboral.

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