Han deshauciado sin previo aviso a dos compañeras de la red Auzoan Bizi
Han denunciado la inseguridad que viven los subarrendatarios que, "aún pagando el alquiler, no tienen garantías."
Hoy al mediodía han deshauciado a dos personas que vivían en la calle Zapatería de Gasteiz, mediante una ordén judicial. Desde la red Auzoan Bizi, en la que participan estas dos personas, han denunciado que el deshaucio se ha realizado «sin previo aviso.»
Hoy viernes, 26 de mayo, han aparecido la policía, el cerrajero y la comitiva judicial con el lanzamiento de desahucio a dicha casa de la calle Zapatería, donde las compañeras de Auzoan Bizi llevaban dos meses «subarrendando una habitación» donde, aunque no les hacían un contrato, pagaban mensualmente al subarrendador. Desde la red de vivienda han denunciado que «no han tenido más remedio» que quedarse en la casa, entre amenazas y presiones del propietario, debido a la Ley de Extranjería y «los filtros racistas de propietarios e inmobiliarias.»
Auzoan Bizi ha criticado que la Ley de Extranjería les niega el permiso de trabajo, dificultando su acceso al mercado de la vivienda, y que «la única opción que tienen es el subarriendo sin contrato ni padrón.»
Debido a la situación de subarriendo, las compañeras de Auzoan Bizi no tenían noticia de ningún proceso judicial, según denuncian desde la red, y «se han quedado en la calle sin alternativa habitacional.» Junto a otras compañeras de la red se han acercado a los Servicios Municipales de Urgencia, dondé «únicamente» les han ofrecido plazas en el albergue nocturno hasta el lunes.
Ante esta situación, Auzoan Bizi han advertido que este tipo de deshaucios y subarriendos «sin ningún derecho» son habituales, y que los subarrendatarios no tienen ninguna garantía ni protección legal. También han criticado a los propietarios e inmobiliarias que se benefician de esta situación de vulnerabilidad.
Finalmente, desde la red de vivienda han explicado, tal y como hicieron en una comparecencia conjunta con otras redes de vivienda de Euskal Herria, que «mientras la vivienda sea mercancía nunca será un derecho», y han anunciado que seguirán luchando hasta que lo sea. «Sus propiedades o nuestras vidas, no hay término medio.»
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