El joven alavés Galder Barbado ha denunciado persecución y ofertas de colaboración por parte de la Guardia Civil
Galder Barbado ha comparecido hoy junto a la abogada Ainhitze Gastaka Martinez y el miembro de Sortu Haimar Altuna. Han dado testimonio de las distintas formas de persecución que ha sufrido las últimas semanas por parte de la Guardia Civil, como ofertas de colaboración.
Galder Barbado, joven de Amurrio y militante abertzale, ha comparecido hoy en una rueda de prensa junto a su abogada Ainhitze Gastaka Martinez y el miembro de Sortu Haimar Altuna, para denunciar la persecución que ha sufrido las últimas semanas por parte de la Guardia Civil. Barbado ha recibido acoso telefónico y físico, continuas llamadas, mensajes, propuestas de colaboración y seguimientos.
Haimar Altuna ha hecho un llamamiento al Gobierno español para que respete los derechos políticos y civiles de todas las personas y para que «democraticen» los aparatos del estado, herederas del franquismo. También ha señalado que «se están dando más casos similares». Ha explicado que el de Barbado no es el único caso y que, en concreto, personas de «diferentes perfiles y lurraldes» han sufrido acoso policial en las últimas semanas. Aunque algunas de estas personas quieren mantener el anonimato, algunas de ellas ya han interpuesto una denuncia. La abogada de Barbado, Ainize Martínez, ha dicho que los antecedentes existentes en estos casos «no son positivos» y que denunciarlo públicamente resulta más efectivo.
Testimonio de Galder Barbado
Galder Barbado ha dado testimonio de los hechos en la comparecencia. Según ha relatado, el mes pasado la Guardia Civil paró el coche en el que viajaba junto a otras tres personas en un control de carretera. Después de tenerles media hora parados «bajo la lluvia, mirando el monte, separados y con las manos fuera», aparecieron dos coches camuflados y personas con las caras tapadas. Solo habló uno de ellos, que se presentó como Harley.
Interrogaron a los cuatro de uno en uno. En ese momento, el llamado Harley hizo la «primera» oferta de colaboración a Galder. Le dijo que sabía cual era «su situación», que le conocía y sabía «cual había sido su papel en el movimiento juvenil». Galder Barbado se encuentra a la espera la sentencia del Tribunal Supremo después de que la Audiencia Nacional le condenara junto a Aitor Zelaia a cuatro años de prisión como consecuencia de una operación de la Ertzaintza.
Al oponerse a colaborar, el tal Harley le contestó que «no se preocupara», que sabía donde vivía y dónde encontrarle y que le contactaría en un par de semanas. Así, hace dos semanas Galder recibió una llamada de teléfono en la que reconoció la voz de este individuo y colgó el teléfono. Siguió recibiendo llamadas que ignoró durante «toda la mañana», hasta que al final recibió un SMS en el que de nuevo de instaba a colaborar.
Una amiga de Galder también ha recibido llamas telefónicas de dos números diferentes, preguntando dónde estaba Galder y cómo localizarlo.
El acoso no ha sido únicamente telefónico. El lunes por la noche, una persona le siguió mientras cogía el coche para irse a casa en Amurrio: «Supe que era policía y me bajé del coche para decirle que me dejara en paz y que se marchada de Amurrio. Él solo se reía y se quedó quieto un rato largo hasta que me fui».
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