Decenas de personas denuncian la colaboración de la Fundación Vital con el Ejército español
La Fundación Vital, el Ejército español y el Ministerio de Defensa han organizado de forma conjunta este martes en Gasteiz una charla con dos coroneles.
La Fundación Vital, el Ejército español y el Ministerio de Defensa del Gobierno de España han organizado para el martes 18 de junio dos conferencias públicas, una sobre “Los Caminos de la Paz” y la otra sobre “Control de Armamento. Paz y Seguridad para Europa”, optando como ponentes en ambas, única y exclusivamente, a sendos coroneles del Ejército español. Pero además, estos dos coroneles no están elegidos al azar.
Juan José Otiñalo Viñes, el nombrado para disertar la conferencia de Los Caminos de la Paz, ha ejercido durante años diversas responsabilidades en una institución cuyo propio nombre llama la atención de por sí: la llamada ‘Escuela de Guerra del Ejército’. No es de extrañar que en una de sus últimas colaboraciones para la Revista Ejército con un artículo sobre el Modelo de orientación profesional utilizara la siguiente cita:
Aprendiz, maestro, líder ese es el verdadero camino del guerrero para encontrar la excelencia
El coronel Francisco Lanza Molla, elegido para hablar del control de armamentos, resulta que es hijo y hermano de dos especialistas en la fabricación de armamentos. Su padre, Francisco Lanza Gutiérrez, desempeñó sus habilidades y conocimiento de las municiones tanto en la Fábrica de la Marañosa como en la E.N. Santa Bárbara de Industrias Militares, de una de cuyas plantas llegó a ser director. Su hermana Paloma trabaja en General Dinamics Santa Bárbara de Sistemas y fue jefa del proyecto de construcción-puesta en marcha de la planta turca de pólvoras de Kirikkale, y ha tomado parte en proyectos como el programa de industrialización-venta del misil Spike para el ejército español. Por lo tanto, parece que la familia más que del control de armamentos sabe de su producción y comercialización.
Según han denunciado diferentes organizaciones antimilitaristas en una concentración en el mismo centro Dendaraba donde se estaba impartiendo la charla, «cuando el poder financiero (la Caja Vital en este caso) invita al poder militar (en este caso a dos coroneles) a hablar de paz y armamentos, el pueblo llano sabemos que están sembrado la idea de la guerra, que luego harán brotar brutalmente en algún momento y lugar del mundo. Por eso mismo, podemos decir que esa será una guerra que empieza aquí, desde el instante en que, quienes alimentan las guerras con sus finanzas invitan a hablar de paz a quienes las llevan a cabo con sus ejércitos, y ello sin que el resto de la población fuéramos capaces de contrarrestar la siembra de esa semilla de guerra».
La Caja Vital y sus créditos a la industria militar
Las relaciones de la Caja Vital a través de su participación en Kutxabank son una realidad en una organización financiera que nació teóricamente con la idea de fomentar las obras sociales. A día de hoy hace negocios con las armas y son conocidos sus créditos al sector de la industria militar -empresas como Maxam o Sener– y su participación en otras –Indra-. Ello, por ejemplo, ha llevado a que Kutxabank fuera ubicada a primeros de esta década en el top ten del ranking de la Banca Armada Española. No es de extrañar que, para animar el negocio del comercio de armas en el que invierte, se preste a colaborar abiertamente con el Ministerio de Defensa.
Cabe recordar que en mayo de 1990, Gasteiz, como consecuencia de un sentir generalizado que la sociedad gasteiztarra venía expresando reiteradamente en multitud de actos, declaraciones y movilizaciones, el Pleno del Ayuntamiento aprobó, sin ningún voto en contra, una moción que, entre otras cosas, propugnaba “una sociedad desmilitarizada, democrática y justa, que sea capaz de luchar contra sus auténticos enemigos –la pobreza, el paro, la incultura, etc- destinando los impresionantes gastos armamentistas a inversiones educativas y de formación profesional, de salud y medio ambiente, de investigación y cooperación con países subdesarrollados…”. En ese mismo Pleno se aprobaba otra moción en la misma línea que instaba a “evitar la realización dentro del término municipal de cualquier acto o parada militar”.
Ahora, quienes han recogido el testigo de esa ciudad antimilitarista, están «empeñadas en negar nuestra tierra y el abono social para que esa semilla de guerra prenda. Con actos como el de hoy se impulsa el que la guerra empiece aquí», han expresado.
«Intentan sembrar las semillas de nuevas guerras».
«Nosotras defendemos esa Gasteiz desmilitarizada y antimilitarista y por eso nos concentraremos el amrtes, para denunciar a quienes como la Fundación Vital y el Ministerio de Defensa, no sólo no respetan ese acuerdo de la ciudad, sino que con subterfugios, y pensando tan solo en sus intereses propios, intentan sembrar las semillas de nuevas guerras», han concluido decenas de personas tras la pancarta en la que se podía leer Gerra Hemen Hasten Da junto a manchas de sangre.
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