Ayuntamiento y Diputación prohíben a Zineleku realizar una proyección en Errekaleor
A pesar de que la programación era pública y fue presentada, las dos instituciones comunicaron el miércoles a las organizadoras la prohibición. Errekaleor Bizirik habla de "censura".
Foto: Zineleku
Dentro de la programación abierta al público propuesta para la edición de este año en el programa Zineleku, se programaron varias actividades en distintos puntos de la ciudad: dos de esas actividades se iban a celebrar en el Gaztetxe del barrio libre de Errekaleor.
La primera era Dos instantes de fotografía involuntaria: brevísima historia del acto fotográfico como forma de violencia de Marina Azahua, una historia de la relación de la cámara y el acto fotográfico respecto al ejercicio de la violencia
La segunda se trataba de una obra producida por Ricardo del Conde y Heriberto Paredes: Documentar el dolor y la rebeldía. Ricardo y Heriberto han documentado juntos y por separado el dolor de muchas víctimas de la violencia en México. También ha sido testigos de primera mano de la evolución de proyectos autonómicos. En formato tertulia comparten sus anécdotas, testimonios y estrategias.
Toda esta información estaba recogida en programas de mano, carteles, soportes web (municipal y la propia página de Zineleku) previamente consultada y comunicada en rueda de prensa el lunes 15 de julio.
Pues bien, el miércoles 17, en el transcurso de la mañana se les informó a las organizadoras de Zineleku por parte del Ayuntamiento y posteriormente de Diputación que las actividades mencionadas no podrían llevarse a cabo en Errekaleor.
Tras valorar diferentes alternativas, Zineleku ha decidido realizar estas actividades en el espacio público Jardín Etxanobe.
Errekaleor Birizik habla de «censura»
El haber saltado a la prensa titulares como “Zineleku abre su programa al Casco, Zabalgana y Errekaleor” (Noticias de Álava) parece que no gustó a parte de la clase política alavesa. Así lo piensa Errekaleor Bizirik: «Personas de la talla de Gorka Urtaran y Ramiro González descolgaron el teléfono e hicieran saber a la organización Zineleku que se les prohibía realizar las actividades en nuestro querido barrio», afirman en una nota.
A lo que añaden que «en su línea de hacer política, hacen y deshacen a su antojo, en este caso echando mano de la censura, para invisibilizar una realidad gasteiztarra: el mismo Errekaleor. Sí, Errekaleor existe, es un barrio de Gasteiz, una realidad que no se puede obviar, donde multitud de personas tanto del barrio como de fuera desarrollan actividades de todo tipo»
Y finalizan mandando un mensaje a las instituciones: «Vuestra censura no parará Errekaleor, ni el resto de iniciativas que dan color al Gasteiz que no queréis ver».
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