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Hablamos con Hajar Samadi, presidenta de  Bidaya, Asociación de Mujeres Musulmanas de Euskadi, sobre las denuncias de abusos sexuales y laborales a 400 mujeres marroquíes que trabajan en la recogida de la fresa en Almonte (Huelva). Este año conocíamos estas denuncias a través de los medios de comunicación, pero no es la primera vez que pasa. Tal y como aseguran diferentes colectivos feministas, entre ellos Bidaya «según informa la propia fiscalía, dichas denuncias se conocen al menos desde el año 2015. Tras formular las pertinentes denuncias estas mujeres jornaleras han sido expulsadas no sólo de sus puestos de trabajo sino forzadas a salir de España según lo relatado por varios medios».

Desde estas asociaciones denuncian «la violencia, los abusos sexuales y la precariedad laboral a la que presuntamente han sido sometidas y exigen con rotundidad que se acabe con esta impunidad; que se respeten los derechos de todas las mujeres y se haga justicia. Resulta de suma gravedad una triple discriminación: Por su condición de  mujeres, de inmigrantes y de pobreza. Estas tres condiciones hacen que las mujeres seamos más vulnerables e invisibilizadas a la hora de alzar la voz ante este tipo de violencias machistas ejercidas por parte del empresariado rico, sin escrúpulos y que forma parte de la estructura de poder-capitalista-colonial».

• Suelta la olla: "Se necesita más conciencia para que no haya impunidad en casos como los de las contrataciones de Huelva"
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