1978, El primer 8 de marzo en Gasteiz
El 8 de marzo de 1978 supuso la irrupción del movimiento feminista en Gasteiz a través del mitin que realizó en el polideportivo de Adurtza, en este salió a relucir el doble trabajo realizado por las mujeres. Tras el mitin sus reclamaciones se extendieron hasta la parte vieja.
Jon Martinez Larrea
Entre finales de los 60 y comienzos de los 70 se fue difundiendo la conocida como segunda ola del feminismo, pero sus ecos no llegaron hasta Hego Euskal Herria hasta el fin de la dictadura franquista.
En Gasteiz la participación de las mujeres en la huelga de 1976 fue una de las claves del surgimiento del movimiento feminista. Las mujeres participaron de forma activa en esta lucha, tanto las obreras de Areitio, como las amas de casas. Además de socializar la lucha y difundirla en los barrios, este proceso les sirvió para concienciarse de su opresión como mujeres. A esto habría que añadir que en el resto de provincias vascas fueron surgiendo organizaciones feministas.
Algunas de estas mujeres serían las que comenzaron a reflexionar sobre su situación y crearían la Asamblea de Mujeres de Álava (AMA) a finales de 1976. En 1977 realizaron sus primeras actividades públicas como una mesa-redonda sobre sexualidad en la librería Axular, o participaron en las I Jornadas de la Mujer de Euskadi, celebradas en Leioa. Sin embargo, en un primer momento se centraron en el trabajo interno.
Además de la AMA, surgieron otras organizaciones feministas en la provincia, algunas como la Asociación Democrática de la Mujer (ADM) o la Unión por la Liberación de la Mujer (ULM) estaban ligadas a partidos de izquierda radical, la primera al PTE y la segunda a la ORT. Junto a ellas es destacable el surgimiento de la asociación de mujeres separadas Argine, en una época en la que el divorcio era ilegal.
En Bilbo y Donosti en 1977 ya se celebró el “Día Internacional de la Mujer Trabajadora”, pero en Gasteiz habría que esperar un año. Será el 8 de marzo de 1978 el primer acto de masas del movimiento feminista con un mitin en el polideportivo de Adurtza, convocado por la AMA, ADM, ULM, los sindicatos, las comisiones de mujeres de las asociaciones de vecinos y los grupos de mujeres de empresas como Areitio, Esmaltaciones San Ignacio o Explosivos Alaveses. Los temas a tratar fueron el 3 de marzo, los problemas de las mujeres en las fábricas, las alternativas para las mujeres trabajadoras, las separadas, y el trabajo doméstico.
El polideportivo estaba prácticamente lleno y el acto fue presentado por Miren Ormazabal. Siguiendo la crónica de El Correo, la primera oradora fue Inmaculada Illera, que tomó la palabra en nombre de las organizaciones feministas, incidió en el doble trabajo que ejercían las mujeres tanto en las fábricas como en el hogar, las dificultades que encontraban en el mundo laboral como la temporalidad, la falta de guarderías o comedores, y las trabas para acceder a puestos cualificados, por eso solo el 30% de las mujeres trabajaba fuera de casa. A su juicio, “La incorporación de la mujer al mundo del trabajo es el primer paso para su incorporación a la sociedad”.
Tras esta, Jone Gurbindo, trabajadora de Areitio, disertó sobre los problemas legales que tenían las mujeres para trabajar fuera de casa, así como las dificultades para compaginarlo con el embarazo y maternidad, por eso propuso cobrar el 100% del sueldo en ambos casos, o la implantación de guarderías en las empresas de más de 100 personas, sean hombres o mujeres. En su opinión, había muchos mecanismos para expulsar a las mujeres del mundo laboral como la dote, “cebo para que cuando nos casemos dejemos de trabajar”. Por eso exigió la igualdad de trabajo y sueldo.
La representante de Argine, María Ángeles Saenz de Urabain, añadió las dificultades de las mujeres separadas para encontrar trabajo, y Milagros Recio, en nombre de las mujeres paradas, resaltó que las mujeres “somos mano de obra barata en las épocas de crisis económica”. La representante de Aranako ironizó sobre el menosprecio que sufría el trabajo doméstico, “compra, comida, planchado, colegio, merienda, cena… “Ya hemos pasado el día sin hacer nada”. Frase muy aplaudida por las asistentes al mitin. Para terminar, Flora Arriola, de la comisión de mujeres de la Asociación de Vecinos de Zaramaga, denunció “las posturas machistas de partidos y sindicatos, de los que aún estamos esperando que nos llamen para participar en la organización del “3 de marzo”, jornada en la que tuvo una importante participación la mujer”.
Es destacable, que en Egin, el periódico más cercano a los movimientos sociales y que disponía de una sección de Araba, apenas se diese información sobre el acto, simplemente un pie de foto. Sin embargo, este nos ofrece una información sobre lo ocurrido tras este, ya que “Por la noche, los bares de la parte vieja oyeron sus canciones y sus reivindicaciones “Zutik emakumeak, hautsi gure kateak” y sus respuestas a quienes en serio o en broma se mostraban en desacuerdo”. De ese modo, irrumpieron simbólicamente una zona de ocio, que a pesar de ser centro de reunión de las personas de izquierdas y abertzales, era un área especialmente masculinizada y la presencia de mujeres no era muy habitual, aun menos con sus reivindicaciones.
En definitiva, podemos concluir que el 8 de marzo de 1978 supuso la irrupción del movimiento feminista en Gasteiz, en el mitin de Adurtza pusieron de manifiesto los problemas que encontraban en el mundo laboral y la invisivilización del trabajo reproductivo. Tras este asaltaron conjuntamente la parte vieja para propagar sus lemas y cánticos, dejando en evidencia las actitudes machistas existentes en los sectores populares.
¿Quieres apoyar a Hala Bedi?
En Hala Bedi construimos un proyecto comunicativo libre, comunitario y transformador. En el día a día, cientos de personas participamos en este proyecto, observando la realidad que nos afecta y tratando de transformarla junto a los movimientos populares.
Nuestros contenidos son libres porque nadie nos dicta qué podemos publicar y qué no. Y porque difundimos estos contenidos de forma libre y gratuita, con el objetivo de difundir, compartir y transformar.
Sin halabelarris, las socias y socios que apoyan económicamente a Hala Bedi, esto no sería posible. ¡Hazte halabelarri y apoya a Hala Bedi!