Vulgares y ordinarias si, pero feministas y anticapitalistas también.
Este año la celebración del orgullo LGTB se presenta calentito en nuestro entorno. Celebramos el 50 aniversario de los disturbios de Stonewall, que supuso el nacimiento de lo que conocemos como movimiento LGTB en nuestro mundo occidental.
Y también se cumplen 40 años del asesinato de Francis, un travestí de Rentería, a manos de un policía nacional. Este hecho y su respuesta popular supuso la puesta de largo para EHGAM, el movimiento, junto a los de las lesbianas feministas, de disidencia sexual referente en Euskal Herria. Recordar estas dos efemérides nos sirve para no olvidar como se han conseguido nuestros derechos y nuestra visibilidad. Recordar que la violencia de la que surgieron nuestras respuestas sigue estando presente, en muchas partes del mundo en igual o peor medida que en nuestro medio mas cercano.
Recordar lo que estos hechos supusieron y quienes fueron sus verdaderos protagonistas es una de las ideas fuerza que se plantean los grupos LGTBI de Euskal Herria en su recién creada plataforma HARRO, y que en Gasteiz recoge el testigo la coordinadora 28 J, conformada por grupos e individualidades.
Es necesario dejar claro, y muy claro, quienes fueron las personas mentoras de esta luchas, que nos precedieron y que sirvieron para iniciar el camino de lucha y liberación que continuamos. Y es que las
protagonistas no fueron solo los gays blancos que tanto aparecen en fotos y documentales. Las instigadoras fueron personas racializadas, transexuales y que seguramente ejercían la prostitución. Eso en
Stonewal, en Nueva York. En Renteria, no podemos olvidar que Francis era un travestí de la clase trabajadora.
Por eso, este año, las celebraciones del 28J, tienen un carácter mas combativo, y mas airado. En nuestra ciudad, en Gasteiz esa ha sido siempre la tónica general, lo que no nunca ha quitado para que nos
divirtiéramos y disfrutáramos poniendo en cuestión al enemigo: la norma cisheteropatriarcal.
En Bilbao, una diversa constelación de negocios e instituciones ha confluido para conjurar el espíritu de nuestra lucha, para no solo negarnos el cuerpo sino también para quitarnos el alma. En Bilbao quieren montar un Pride. Y para quien no sepa que es un Pride, ahí va esta explicación: Un Pride es , sobre todo un evento turístico, en el que con diferentes ofertas de ocio y espectáculos se intenta atraer a un montón de turistas a la ciudad.
El motivo es la celebración de la diversidad sexual, en este caso, pero en esencia, cualquier motivo podía ser bueno paro los intereses económicos que se buscan. Se puede montar una final de baloncesto, una gran carrera, maratón, ironman o triathlon, se puede organizar un festival de música con viejas glorias recogidas del geriátrico, o se pueden hacer una entrega de premios de alguna de las cadenas musicales que triunfan en las redes.
Que se quiera convertir un acto como el 28 J en un espectáculo así es a todas luces indigno e irritante. No solo por el intento de invisibilizar nuestros orígenes, ni las personas referentes fundacionales de nuestras luchas, esas y las que como ellas siguen siendo la encarnación de la exclusión, el desprecio y la muerte.
No, no solo es cuestionable por ese macabro ejercicio de revisionismo histórico. Los intereses que subyacen tras estos fastos sirven a intereses mucho mas concretos. La visibilización de los cuerpos LGTB se reducen a cuerpos hermoso y jóvenes, sobretodo de Gays blancos, las bolleras y trans apenas están representados. Pero los cuerpos mas susceptibles de sufrir el oprobio apenas esta aparecen: cuerpos migrantes, precarios, discapacitados, cuerpos gordos, cuerpos mayores….
Las actividades que hay tienen unos precios que impiden un acceso generalizado a lo que se ofrece, y unos estilos de diversión totalmente dirigidos a un sector tan concreto, gente joven de cuerpos musculados y depilados vestidos a la ultima moda, que dejan fuera la gran diversidad que supone los cuerpos LGTBI.
Un Pride sponsorizado por empresas que ofrecen contratos en precario sobre todo para este tipo de actos. Y un patrocinio de empresas que no se caracterizan,precisamente, por sus políticas LGTBI o feministas, ni por su conciencia ecológica, cuya única apuesta es el turismo contaminante y gentrificante.
Y unas instituciones, como el ayuntamiento de Bilbao, que desde luego es uno de los mayores representantes de políticas represivas en el uso del espacio publico, un ayuntamiento gestionado por el PNV desde illo tempore que ha sido incapaz de generar ninguna política pro-activa contra la violencia machista, o a favor del empoderamiento de las mujeres o de las personas LGTBI.
Resulta llamativo que quienes han puesto trabas y cortapisas a las acciones feministas y LGTBIs quieran ahora, que han descubierto un nuevo sector para el beneficio económico, organizar un Pride para el 28 J. Es tan dificil no ver que con estos intentos no se intenta luchar contra la LGTBIfobia, si no solo sacar un rédito económico disfrazado de gayfrindly?
Bolleras, trans maricas y otros cuerpos disidentes de las normas no tenemos lugar en sus fastos. No, no estamos en venta. Las bolleras, trans y maricas no nos vendemos ni en Bilbao, ni en Gasteiz. Que nuestra lucha sea por conseguir ser tan vulgares y ordinarias como las personas cisheteros, no quiere decir que olvidemos cual es nuestro fin y objetivos, que son el feminismo y el anticapitalismo que
representa.
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