«Una vuelta por el lado salvaje» -Sejo Carrascosa-
Se acerca, de nuevo, otro 17 de mayo, dia internacional contra la Lgtbifobia, y ya van casi 30 desde que en 1989 la OMS decidiera sacar la homosexualidad del catalogo de enfermedades mentales.
Seguramente habrá declaraciones institucionales a favor de las personas LGTBIs y en contra de los mensajes de odio y desprecio. En la tele y en la radio nos hablaran de lo mal que esta la situación en el mundo, recordaran los países en que las relaciones no heterosexuales están prohibidas, incluso con la muerte.
Pero también se escucharan las opiniones de las personas que dicen. Pero que quieren ahora? Si ya pueden casarse. Si ya tienen fiestas del Orgullo multitudinarias, si hasta en Bilbao se celebran en la ria? Si tienen referentes, presentadoras de la tele, actores y actrices, y hasta políticos como Javier Maroto?
Pero desgraciadamente la falta de empatía está muy entendida en esta sociedad.
Y nadie pensara en ese niño afeminado que acude con pavor al colegio donde es sometido al acoso y desprecio de sus compañeros y compañeras socializadas en el machismo y en heterocentrismo, nadie se acordara de sus miedos, y angustias.
Ni podrán pensar que Said, que lleva 15 años en Gasteiz sigue sin encontrar piso, y que ya no sabe si no se lo alquilan por su procedencia magrebí o por su pluma.
Tampoco saben de la agonía que supone para Tania ir a una entrevista de trabajo y que la miren de arriba a abajo, mientras comprueban su DNI donde pone que su nombre es Andoni.
Ni se podrán imaginar lo que se siente cuando te encuentras con tu novia y le des un beso, el camarero te diga que ese no es un bar de bolleras, y que te cortes un poco porque la clientela se puede molestar.
Nadie se plantea las comeduras de tarro que tiene ese adolescente para salir del armario con su familia, con su cuadrilla, con ese, su amigo, al que desea.
Son muchas las situaciones, en que las personas no cisheterosexuales, nos vemos incomodadas, acosadas, agredidas o excluidas.
Y todas estas situaciones, todas estas vivencias, todas estas malas experiencias se van encarnando en nuestro cuerpo, en nuestro estado anímico. Estrés, ansiedad, depresión son problemas con los que viven las personas LGTBI. Por eso es más alta la tasa de suicidio en nuestro colectivo.
Hay quien sigue pensando que todo está ya conseguido, y que esos son problemas individuales, casos aislados que pueden afectar a cualquier persona, el mismo cuento de siempre de las culturas individualistas neo-liberales.
Y no es asi, estas violencias son el resultado de un sistema patriarcal que impone la heterosexualidad obligatoria, el binarismo de género y la cisnormatividad.
Hay que ser conscientes de nuestra opresión, y de donde se encuentran sus raíces. Hay que ser conscientes de que no podremos ser libres dentro del capitalismo.
Por eso seguimos reivindicando en las calles con rabia, porque no estamos de fiesta, ni contentas.
E invitamos a que las personas heteros, las cisexuales, se planteen sus privilegios, no solo sexuales o de género, sino también los de raza, clase, procedencia y demás. Que se unan a la lucha por unas formas de vida más satisfactorias, que sean parte de la solución y no del problema.
Las invitamos, como dice la canción, a que se den una vuelta por el lado salvaje de la vida, porque entre todas podemos hacerlo menos cruel, más vivible y placentero.
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