SerialK | Bingen Mendizabal: «Actualmente las series de televisión están al mismo nivel que el cine o todavía más» | entrevista de Guillermo Paniagua
En esta nueva entrega SerialK de entrevistas a personas del ámbito de la cultura, de la política y del activismo social de Euskal Herria nos hemos sentado a hablar con el músico y compositor de bandas sonoras Bingen Mendizabal (Gasteiz, 1962). Además de haber sido miembro del grupo Hertzainak y de haber colaborado como músico con diferentes grupos y cantantes (Mikel Urdangarin, La Polla Records, etc) Bingen Mendizabal tiene una amplia trayectoria como compositor de bandas sonoras en películas dirigidas por cineastas de la talla de Juanma Bajo Ulloa, Enrique Urbizu, Montxo Armendáriz, Imanol Uribe, entre muchos otros. Sus composiciones le han valido numerosos premios, como el premio del Circulo de autores Cinematográficos a la mejor banda sonora por Madre muerta en 1994 y una nominación a los Goya 2009 por la banda sonora de El juego del ahorcado.
Para empezar, si te parece, hagamos un pequeño salto a tu infancia y juventud. ¿Qué series veías y cuáles te marcaron?
De mi infancia no recuerdo mucho a decir verdad… Me acuerdo que un poco más tarde, a principios de los 80, ponían Falcon Crest y Dinastía y aunque no me marcaran, sí que las veía. Pero la serie que sin lugar a dudas me marcó y me atrapó fue Twin Peaks. Era muy especial: por un lado, con una parte muy amable, con el agente Cooper que le daba a la serie un lado muy tranquilizador y luego, por otro lado, con la construcción de un mundo, un universo complejo y fascinante. De hecho, se retrataba una cosa que creo que pasa en todos los sitios, en todos los pueblos, que es la doble vida. Por un lado, está la parte superficial, a la vista, donde todo es bonito pero por otro lado aparece esta parte oscura que tienen casi todos los personajes. En Twin Peaks nadie es lo que parece. Me encantaba también la estética del pueblo en una naturaleza muy especial, en un paraje incomparable donde prevalece el aspecto onírico pero también el suspense.
La música, por ejemplo, rompe con todo lo anterior y crea un antecedente, abre caminos y creo que a partir de Twin Peaks se ha empezado a plantear las series de otra forma. ¡Te podría hablar mucho de esta serie… es que David Lynch me parece un genio! Es un cineasta que siempre ha trabajado la parte oscura: los miedos, las ansiedades, la incertidumbre. Por ejemplo, Terciopelo azul, una película estéticamente preciosa y que te mete en otro mundo, fíjate como empieza: un sitio muy idílico en el que empiezan a aparecer cosas extrañas, ¡como ese dedo…! David Lynch es una referencia para muchos directores de cine y yo he ido aprendiendo a base de hacer películas con directores como Enrique Urbizu, Mariano Barroso que me hablaban mucho de Lynch, todos ellos grandes admiradores de su obra.
¿Qué características generales destacarías de la producción actual de series? En tu opinión, ¿qué series recogen de manera más representativa esta nueva forma de entender y de plasmar la ficción seriada?
Yo creo que se ha avanzado muchísimo en las series a todo nivel: técnico, estético, en cuanto a ideas, historias y música. Antes la televisión era como un género menor y ahora creo que está al mismo nivel que el cine o todavía más. Lo bueno de una serie es que se pueden desarrollar los personajes mucho más que en una película. Tiene otra cosa a su favor que es que las series suelen durar como promedio unos 45 minutos y a mí me resulta más fácil, y más teniendo una hija chiquita, ver una obra de 40 minutos que una película de dos horas. Dicho eso, creo que la serie de Paolo Sorrentino, The Young Pope, es una gran muestra de la calidad de la ficción seriada actual. Me parece una serie muy divertida, profunda, estéticamente brutal, en la que puedes reflexionar sobre muchas cosas. ¡Me gusta todo! Me recuerda un poco a Fellini, uno de mis directores favoritos, y la música es genial. Hace un reflexión sobre la Iglesia que creo que hacía falta. Hay películas que trataron el tema pero creo que en esta ahonda mucho más en el papel que tiene la Iglesia, el poder, la corrupción, las contradicciones que tiene, incluso el propio Papa. La Iglesia ha sido siempre una cosa monolítica, con las ideas muy claras y cerradas, y eso no podía sostenerse para siempre. Parece que ahora está cambiando un poco, bueno no sé… con la Iglesia nunca se sabe…
Otra serie que me ha gustado mucho es una de Lars Von Trier, El Reino (Riget). Me encantó este lado un poco esotérico que tiene, la forma en la que está rodada, el tipo de película que han utilizado. Es muy inquietante y plantea muchas cosas; te hace muchas preguntas y es lo que me gusta en el cine y en las series. No me gusta terminar de ver una película o una serie y hacer las típicas valoraciones en caliente sobre tal escena o tal personaje. Me gusta más las reflexiones con tiempo, dejar reposar un poco y luego hablar sobre lo que te ha parecido. En este sentido, creo que muchas series actuales abren muchos temas de debate. Creo que es el caso de otra gran serie, Carnivàle, con el paralelismo que establece entre el mundo real y el mundo del circo, de las ferias ambulantes, y cómo plantea la lucha del Bien contra el Mal. Me gustó todo y en esta serie se ve claramente la influencia de David Lynch.
Luego hay series de humor que me han gustado, The Office, por ejemplo. He visto las dos, la inglesa y la estadounidense. Son buenas las dos. Plantea cosas muy ciertas que suelen pasar en la vida real como, por ejemplo, que es el jefe el más inepto de todos (risas). Debe de ser porque la gente buena, eficiente, no quiere este tipo de responsabilidades (risas). Otra maravilla es Breaking Bad. ¡Qué te voy a decir, está todo bien! El tema me parece muy interesante: alguien que se está muriendo, que trabaja en un instituto y se dedica a hacer metanfetamina pero que la hace como eé cree que se tiene que hacer: hay que hacerla bien. El desarrollo del personaje es muy amplio, me gusta cómo va cambiando y creo que en general es así: la gente cambia todo el rato. Aquí, por ejemplo, en Euskadi el tema de tener la ideas fijas siempre ha sido muy característico y creo que las ideas van cambiando y se puede replantear muchas cosas de lo que piensas.
¿Cuáles dirías que son las principales diferencias entre el cine y las series?
Ahora mismo la diferencia es la duración. Puedes desarrollar mucho más una historia en una serie. En una película tienes que condensar, sintetizar mucho más. Por otro lado, las series las vas viendo poco a poco y te vas metiendo en el mundo más que con una película. De hecho veo películas como si fueran series: veo 40 minutos y el día siguiente lo que me queda. Por ejemplo ahora estoy viendo películas de Kurosawa y las estoy viendo así. Con una película de dos horas de duración estoy un poco incómodo. Creo que la duración perfecta tiene que ser más corta, incluso me gustan series que duran 30 minutos.
¿Cuál dirías que es la función de una banda sonora en una película o en una serie? ¿Cómo se compone?
Dentro del proceso de una película la música es lo último que se hace, que se agrega. La música ayuda a que se entienda mejor la historia, sirve para estructurar mejor el relato. Luego, dependiendo de las películas, la música enfatiza el drama o la dramaturgia y en otras lo alejan. Recuerdo en una película que hice, Los lobos de Washington de Mariano Barroso, una pelea entre Pepe Sancho que hacía de malo y una novia que tenía. La relación se va deteriorando y hay un momento muy duro donde él se pone muy pero muy malo y entonces la idea era que con la música no se acentuase este aspecto sino que encontráramos la música de lo que podría haber sido… La verdad es que funcionó muy bien y es un buen ejemplo de cuando la música se utiliza de manera un poco diferente.
Pero lo normal es acentuar la dramaturgia y como es la última parte del proceso, la música se convierte en una herramienta para llevar la película hacia donde quiere el director. Con ella se puede engañar mucho, se puede manipular a la vez que ayudar a que se entienda la historia. ¡La música tiene mucho poder! Eso sí, hay películas que no tienen música y que funcionan muy bien, y son, creo yo, las que más se aproximan a la realidad.
¿Cómo se logra que la música no le robe protagonismo a las imágenes y viceversa? Es decir, ¿cómo hacer para que la relación música/imagen sea equilibrada, respetuosa y no esté descompensada?
Yo creo que la música nunca debe superar a la historia. Una música, aunque sea muy buena, si te despista de la historia es mala música de cine. Hay casos de compositores como Stravinski que hicieron música para películas pero que no funcionaba porque era tan personal y nueva que te sacaba de la historia. En cualquier caso, creo que ha habido un cambio de cómo se hacía la música en los años 40 y 50 a cómo se hace ahora. Antes, la música de películas, armónicamente hablando, era muy cambiante. Ahora es más sutil, invisible, se utiliza mucho la música atmosférica en la que no haya mucha armonía. Antes era más obvia, ahora es más sutil. En todo caso, lo que tiene que pensar un músico de cine es que forma parte de una estructura, de una idea, de una historia más grande. Y eso lo tienes que tener muy claro. Por ejemplo, es un error de muchos compositores jóvenes intentar hacer una banda sonora para que la gente salga tarareándola…Evidentemente hay casos como el de Paris, Texas de Wim Wenders, donde todo el mundo se sabe el tema principal que está hecho con dos notas y que funciona a la perfección…
Has compuesto la banda sonora de la serie La Regenta. ¿En qué se diferencia el soporte serial del cinematográfico a la hora de componer una banda sonora?
Normalmente en una música para cine hay ciertos temas que se repiten, lo que en la ópera se llama leitmotiv. Así, se asocia una música con un personaje, con una situación, con un paisaje, es decir, con algo importante de la película. En las series es un poco lo mismo, pero lo que pasa es que se repite mucho más. De hecho, en series españolas se hace la música para el primer capítulo y luego ellos te cortan, lo reutilizan y así les sale más barato (risas). Pero bueno, eso no es lo ideal. Lo ideal es aunque se repitan los temas, hacer ciertas variaciones.
En la series actuales, ¿qué te parecen las bandas sonoras? ¿Cuáles destacarías?
En general, en las bandas sonoras actuales se usa cada vez más la música electrónica y, si hay presupuesto, música electro acústica. En ellas encontrarás muchas texturas y no tantas modulaciones y cambios de acordes como las había en producciones anteriores. Como te decía un poco antes, las propuestas musicales actuales son mucho más invisibles, más sutiles. De hecho, se usa mucho el minimalismo porque es música en la que no hay un tema sino que son elementos repetitivos que ayudan a crear un ambiente sin interferir demasiado en la historia. Por ejemplo, la banda sonora de The Young Pope me parece magistral. Tiene una música que le da un toque más ligero, un toque de humor muy importante y que, a la vez, refuerza su lado poético y más profundo.
En cuanto a series, ¿cómo ves le panorama vasco?
Al no hablar euskara he visto muy poco y por lo tanto no me animaría a pronunciarme.
Para finalizar, ¿cómo entiendes la relación entre música y política?
Actualmente se está cada vez más convirtiendo en música florero, en la que no hay crítica. Yo creo que la música y las canciones tienen que ser transgresoras. Lo que me pasa es que cuando pienso en música y política la verdad es que se me va un poco la olla (risas). Por ejemplo, cuando el ex acalde de Gasteiz Javier Maroto hizo las tristemente famosas declaraciones acerca de los inmigrantes acusándoles de aprovecharse de las ayudas sociales, se me ocurrieron muchas cosas para hacer con la música. Concretamente, quería aprovechar de los carnavales en los que salía una carroza de Gora Gasteiz para hacer una cosilla. Normalmente en las carrozas de carnavales llevan música grabada, con bafles y música muy alta, y se me ocurrió plantear una mezcla de músicas diferentes, de diferentes partes del mundo, batucadas y demás. Quería que fuera una cosa con muchísimos músicos, con todas esas músicas diferentes unidas a una gran fanfarre que se llamaría “el fanfarrón” (risas). Al final no salió pero creo que habría sido impresionante ver a tanta gente- la banda municipal, big bands, percusiones de todo el mundo- pero bueno…Y esto tenía un evidente aspecto político. También intenté juntar a los Hertzainak porque siempre han sido muy críticos y son los que «cuidan la ley», la ley de verdad, no la que nos imponen los de arriba. Para mí era un insulto a la ciudadanía y a Vitoria que se metieran con los más débiles y para colmo que lo hiciera el partido más corrupto del Estado…
Ahora escucho mucho a Cicatriz, La Polla, Hertzainak y creo que son cada vez más vigentes. Al fin y al cabo, yo no creo que la música sea solamente música. Creo que la música es muchísimas más cosas. La música lo es todo.
Para terminar, hablemos serialmente:
¿LA serie?
Twin Peaks
¿LA banda sonora?
La de The Young Pope
¿Una serie militante?
Carnivàle
¿Una serie rancia?
Las series de militares
¿Una serie sofá y manta?
Twin Peaks
¿Una serie inconfesable?
Una que veo con mi hija: 100 cosas que hacer antes de ir al instituto
¿Una serie infumable?
Alguna que otra de Antena 3 o Telecinco…
¿Un personaje para ir de potes?
Saul, el abogado en Breaking Bad
¿Un personaje para un spin-off?
El personaje interpretado por Matthew McConaughey en True Detective
¿El personaje que te gustaría ser?
El Agente Cooper de Twin Peaks
¿Cómo sería la serie «Hertzainak»?
Sería una serie política, divertida, hablaría de todo, de las drogas, del sexo, de música. ¡Sería una serie cojonuda!!
¿La serie que falta por hacer?
Pues, ya que estamos, ¡la serie Hertzainak!
¿Nivel de adicción del 1 al 10?
Si son buenas, 10
@SerialKrikri
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