«Relatos imprescindibles» -Bego Oleaga-
La asociación Durango 1936 Kultur Elkartea nació en el año 2007 para rescatar del olvido a quienes se enfrentaron al fascismo luchando por la República, la Libertad y por los derechos nacionales de Euskal Herria.
Entre otros objetivos, la asociación Durango 1936 Kultur Elkartea “considera necesario recuperar la memoria histórica, los lugares del recuerdo, tales como cárceles, fosas comunes, campos de batalla, etc. que tuvieron lugar en Durango” Y con el fin de “dar voz a todas las historias silenciadas tras el levantamiento fascista de 1936 y la represión posterior” a primeros de este mes de Noviembre presentaron su primer anuario “Durango 1936 Egia/ Juztizia/ Ordaina».
Nací en Durango, localidad en la que transcurrieron los veinticinco primeros años de mi vida. En mi etapa juvenil fui descubriendo valores como la solidaridad, el compromiso, la responsabilidad, etc. principios que chocaban frontalmente con la ideología nacional-católica, profundamente conservadora, clasista e individualista inculcada durante años por las monjas encargadas de nuestra educación. En el ámbito familiar temas relacionados con la guerra civil, la represión, etc., se silenciaban. El franquismo guiaba nuestras vidas. Pero a pesar de movernos en un medio tan hostil las dudas y preguntas se fueron abriendo camino y llegaron algunas respuestas. Así me enteré, por ejemplo, que mi abuela y abuelo maternos, con sus criaturas, tuvieron que escapar de Durango en
la guerra de 1936. Pero poco más. El miedo dominaba la vida.
Noviembre 2018. De forma casual llegó a mis manos el recientemente publicado anuario “Durango 1936 Egia/ Justizia/ Ordaina”. A medida que hojeaba la revista comencé a sentirme… ¿Cómo explicar la amalgama de sentimientos que irrumpieron en mi interior? En la citada publicación aparecen personas muy cercanas, algunas amigas de mis padres, hombres y mujeres que desde su cotidianidad y anonimato lucharon contra el franquismo poniendo en peligro su libertad. También se recupera del olvido la represión que, a partir de 1937, tuvieron que sufrir las mujeres, a quienes por el mero hecho de tener a sus compañeros en la cárcel fueron también encarceladas. Y de las mujeres que participaron en la resistencia antifascista “alojando a familiares de presas
en sus propios domicilios sabiendo que corrían peligro de ser fusiladas o “desaparecidas” Así como que en la capilla del Convento Santa Susana, colegio en el que estudie, murieron once monjas de clausura (algunas fuentes hablan de catorce) en el bombardeo del 31 marzo 1937. Nunca nos hablaron de ello.
Me resulta sobrecogedor el descubrimiento de haber desconocido durante tantos años esta parte oculta de la impresionante historia de algunos hombres y mujeres antifascistas de Durango y del manto del olvido que se impuso, por el que a varias generaciones el franquismo nos robó el derecho a pensar, a descubrir nuestras capacidades, a formarnos, a soñar, privándonos de todas esas herramientas que dotan de humanidad a las personas.
Eslabón a eslabón va tomando cuerpo la cadena de la memoria gracias al ingente trabajo de los colectivos memorialistas que van recuperando los relatos, que como manifiesta Joseba Sarrionandia en el prólogo del magnífico y recomendable libro “La guerra del 58” de Alfonso Etxegarai, hay tantos relatos “como sujetos dispuestos a examinar las condiciones de su existencia y buscar la posibilidad de cambiar las cosas” y, como dice Alfonso “… seguimos aquí, haciendo, escribiendo y compartiendo una lucha que sigue, que seguirá porque tal actitud está en la magia de los pueblos que sueñan con su libertad” La lectura de los relatos recuperados del olvido por “Durango 1936” me impactaron profundamente. Gracias a ellos he tenido conocimiento de algunos eslabones perdidos de la historia de una época oscura y terrible en la que mujeres y hombres de Durango
plantaron cara al franquismo, aún a riesgo de sus vidas.
Son tiempos sombríos. El franquismo sociológico campa a sus anchas. De nosotras depende que no nos vuelvan a robar la alegría de vivir, la esperanza, la capacidad de pensar, de disentir, y de pelear por nuestros sueños.
HISTORIA UNIBERTSALA
“Istorio arraroak dira: hasi orduko amaitzen dira, amaitu ondoren hasteko berriro…” (Joseba Sarrionandia)
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