Por el derecho a decidir
Diferentes autores ya se están pronunciando sobre un “otoño caliente” reflexionando sobre temas complicados y complejos que afectan en el día a día al común de los mortales (cambio climático, guerras repartidas por todo el planeta, la muertes en el Mediterraneo que no cesan, las desigualdades galopantes, la intolerable violencia machista, etc. etc.). Y este mes de octubre se ha presentado especialmente convulso. Las sentencias contra los jóvenes de Alsasua y al procés catalán son los temas estrella que están haciendo correr ríos de tinta y que, de alguna manera, acaparan la atención mediática.
Pero el mes de Octubre también nos ha traído otros temas, no mediáticos, incluso considerados menores, cuando no menospreciados y/o tratados con estudiada superficialidad y que sin embargo, comparten, con los temas considerados más importantes y mediáticos, un denominador común: El fracaso de la política si por política entendemos el arte de lo posible o, como alguien añadiría, de lo imposible.
En la pancarta que abría la impresionante manifestación que se celebró el pasado día 19 en Donostia en solidaridad con Cataluña leíamos: “Askatasuna” “erreferenduma ez da delitua” “Defendamos nuestro derecho a decidir” Y este último eslogan, tantas y tantas veces repetido, me va a permitir poner encima de la mesa cuestiones que esporádicamente son noticia y que producen un fuerte rechazo en una gran parte de la sociedad.
Estoy por el Derecho a decidir porque me parece imprescindible abrir un debate profundo sobre la cárcel-institución. Acerca de su función, poder y opacidad. Una institución-negocio fuente de ingresos millonarios para determinadas multinacionales. Una institución perversa que oculta y castiga la pobreza y la disidencia. Recordar que, en lo que llevamos de año, cinco hombres presos han muerto en la macrocárcel de Zaballa en Alava.
Derecho a decidir para plantearse en serio el reparto equitativo de la riqueza. Cómo combatir la pobreza y cortar por lo sano con las desigualdades. Considerar la pobreza y sus consecuencias, el paro, la precariedad laboral como problemas estructurales y un gran fracaso social.
Según la Encuesta de Pobreza y Desigualdades 2018 del Gobierno Vasco la pobreza ha crecido de forma alarmante. En Euskadi más de 60.000 personas en situación de pobreza no son atendidas por ningún sistema de protección social. Casi 400.000 personas de la población se encuentran en riesgo de pobreza. Son los peores datos en Euskadi desde 1996. Y la pobreza se ceba fundamentalmente en la mujer, en las familias monoparentales, en las personas mayores y en la población infantil
Derecho a decidir: para solucionar la emergencia habitacional instalada en Gasteiz por la especulación inmobiliaria, por la falta de viviendas de alquiler social, por la precariedad laboral, por la discriminación de las inmobiliarias a determinados colectivos, por el incumplimiento de la Ley de Vivienda de la CAV, por la rapiña de la Banca etc., que provoca graves problemas sociales, y es el factor que más arrastra a la exclusión social a quienes lo padecen. Mientras aumenta en colectivo de personas que viven en la calle, en Gasteiz, 10.000 pisos permanecen escandalosamente vacios.
Derecho a decidir para asegurar una vida digna a las personas mayores fuera de la lógica del capitalismo. “Hay que repensar las residencias no como terminales o antesalas de nada, sino como la oportunidad de refundar la vida ochenta años después” como indicaba Koldo Campos en su interesante escrito “Apuntes sobre las residencias de ancianos”
Derecho a decidir para recapacitar y plantar cara a la industria militar vasca, a la implicación del Gobierno Vasco y de las Universidades en la investigación y producción militar. Tenemos que reflexionar y buscar alternativas sobre su reconversión en industria civil.
Derecho a decidir para plantearnos nuestros hábitos de consumo. El expolio de los recursos a otros Pueblos. Nuestra responsabilidad en las guerras, y cuanto se deriva de todo ello: las personas forzadas a emigrar, la violencia ejercida contra las mujeres y las niñas etc. Urge desarrollar propuestas para el acogimiento de quienes llegan, considerándoles sujetos de derecho.
Por tratarse de temas espinosos que pueden originar actitudes clasistas y racistas estas medidas políticas deberían ir acompañadas de un trabajo político-pedagógico dirigido a informar, a reflexionar y a vencer resistencias para promover en la sociedad conductas empáticas y solidarias que vayan más allá del asistencialismo.
Es hora de plantearnos soluciones políticas y dignas a cuestiones que, como sociedad, nos interpelan y que deben ocupar un lugar importante entre las propuestas consideradas fundamentales en los debates por el derecho a decidir para caminar hacia la construcción de un País diferente, justo y vivible.
DEDICATORIA
Queda prohibido no sonreír a los problemas, no luchar por lo que quieres, abandonarlo todo por miedo, no convertir en realidad tus sueños.
(Pablo Neruda)
Bego Oleaga, Gasteiz, 23 de Octubre, 2019
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