Memoria y olvido
Desde nuestra tierna infancia, desde la etapa escolar fundamentalmente, y hasta nuestros días, han ido moldeando nuestras mentes convertidas en cajones sin fondo en los que depositar todo eso que se llama cultura, valores, conocimientos, instrumentos… para interpretar los hechos sociales y la aceptación acrítica y natural de lo transmitido, con el objetivo claro de la domesticación social.
Así, desde nuestros contextos, se han ido construyendo relatos eurocentristas en los que dominan una visión del mundo que presupone la Historia europea como la “normal” y superior a las otras, contribuyendo así a justificar la posición dominante europea dentro del sistema global capitalista. Historias en las que siempre han estado y están presentes el hombre blanco como prototipo del supremacismo, cuya misión es adoctrinar y civilizar a hombres y mujeres considerados no humanos y salvajes, recurriendo para ello a la crueldad, a la aculturación, al expolio y al genocidio de los pueblos originarios de los diferentes continentes.
Y, manteniendo lo esencial, la transmisión histórica se va adaptando continuamente introduciendo nuevos significados e interpretaciones sobre los hechos históricos, sociopolíticos y religiosos que se van sucediendo en las diferentes etapas históricas. Pero el hilo conductor y el objetivo es siempre el mismo: reforzar y asegurar la transmisión del denominado Pensamiento Único y colonizar las mentes.
Llegué a esta breve reflexión introductoria a raíz de las dos visitas que realicé al Centro Memorial de las Víctimas del terrorismo inagurado recientemente en Gasteiz.
Y me explico. Las asociaciones memorialistas de Euskal Herria integradas en la red Memoria Osoa llamaron a la movilización en la jornada de inaguración del Centro Nacional para la Memoria de las Víctimas del Terrorismo que tuvo lugar el pasado 1 de Junio en Gasteiz, con el fin de denunciar el planteamiento discriminatorio del mismo y reclamar una memoria integral que incluyera todas las vulneraciones de derechos humanos.
La lectura del comunicado preparado para la ocasión y la posterior convocatoria a la participación en la concentración despertaron mi curiosidad y decidí visitar el Centro Memorial. Quiero puntualizar que me limité a la lectura de los paneles explicativos, omitiendo los medios audiovisuales. Y en esta escotilla, me parece oportuno, transmitir aspectos de la exposición que llamaron mi atención así como las sensaciones y preocupaciones que despertaron en mí.
En el contexto que nos ocupa, los contenidos de la exposición del Memorial parten des- de 1960 y son un compendio de lo que la Verdad Oficial ha venido transmitiendo durante los últimos 80-85 años en relación a la época franquista y a las luchas político-sociales de respuesta que tuvieron lugar.
Veamos dos ejemplos. El panel “El terrorismo en nuestra historia reciente” dice lo siguiente: “La historia reciente de España se divide en 3 etapas: la dictadura franquista, la transición y la democracia. El terrorismo ha golpeado en todas ellas especialmente en los años posteriores a la muerte de Franco” (…) “sobre todo ETA, los Grapo y la ultraderecha” Sin ningún contexto histórico ni social y sin mención alguna al golpe de estado militar-fascista, que desde sus mismos inicios (proclamas de Mola, Sanjurjo, Franco, Conferencia Episcopal…) en 1936, fue concebido en términos criminales y de Cruzada contra la Segunda República legítimamente constituida en 1931, con el fin de suprimir todo tipo de libertades y asentar un régimen dictatorial del que se derivarían 40 años de dictadura militar.
En el panel “Movilizaciones masivas”, se indican las organizadas desde Gesto por la Paz, el Foro de Ermua, etc. contra… ETA y “su entorno”, ignorando totalmente las multitudinarias manifestaciones organizadas desde la sociedad civil para denunciar las grandes vulneraciones de derechos humanos y omitiendo la información sobre las numerosas y repetidas iniciativas sociales dirigidas a crear espacios de solución al doloroso y largo conflicto vasco y que fueron continuamente boicoteadas.
En este Centro de la Memoria no hay lugar para el Terrorismo del Estado. No se nombra las comisarias y centros de tortura de la guardia civil como Intxaurrondo y la Salve, ni los métodos utilizados como la bañera, la bolsa, los electrodos, ni se recuerda a quienes no lograron sobrevivir a la práctica sistemática de la tortura ejercida por las diferentes policías, incluida la Ertzaintza, obedeciendo a intereses del Estado, ni se explica porqué tiraron a matar contra una muchedumbre el 3 de marzo de 1976 en Gasteiz… ni el porqué del GAL del Gobierno del PSOE…ni la razón por la que la guardia civil asesinó a la ecologista Gladys del Estal en junio de 1979 en la fiesta reivindicativa y ecologista de Tudela… En este Memorial, no encontrarás ninguna mención a los responsables políticos que permitieron y callaron, cuanto estaba sucediendo durante décadas, incluido el Gobierno Vasco, ni la responsabilidad de jueces como Marlaska y Garzón, ni el papel jugado por los grandes medios de comunicación, etc.etc. Nuevamente, se repite, el relato de la España oficial. La Verdad Oficial.
Y ya se sabe “Lo que no se nombra, no existe”
Con este Memorial, de momento, queda instalada la posverdad. La sensación que me quedó fue una mezcla de rabia, indignación, tristeza, humillación y mucha, muchísima preocupación. Preocupación por otra nueva oportunidad perdida para caminar hacia una convivencia conciliada, donde la memoria de la tragedia humana ocasionada durante décadas de violencia de distintos signos sirva como garantía de no repetición. Porque este Centro de la Memoria no está concebido y no servirá para sanar y cerrar las heridas ni de la sociedad española ni de la vasca.
Afortunadamente contamos con las hemerotecas, con las asociaciones memorialistas, con personas como Pili Zabala que ha puesto en marcha la plataforma B-Egiaz con el objetivo de “avanzar en el esclarecimiento del terrorismo de Estado” y con personas comprometidas en diversas iniciativas sociales que, a pesar de las dificultades, no tiran la toalla para sanar esta sociedad. Sin ellas, nuestra historia estaría llena de olvido.
Sábado 26 de Junio Dia Internacional de Apoyo a la Víctimas de la Tortura”
Yo, os creo
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