«La vida pirata» -Sator-
Después de conocer espacios libres o autogestionados de cortes variopintos, y por distintos puntos del mapa, me da la impresión de que hay una tendencia bastante generalizada a rechazar y bloquear el autoempleo, tanto hacia gente que participa del colectivo, como hacia personas externas. ¿Es acaso por miedo o envidia?
Nos pasamos el rato quejándonos y luchando contra el capitalismo, para luego seguir yendo a nuestro curro asalariado, o comprar marcas comerciales de productos que se venderán o utilizarán en nuestros espacios , mirando por encima del hombro, o con reticencia, a las personas que se están dedicando a elaborar otro tipo de productos, o de otra manera.
Parece que el decidir que te vas a sacar los euros de algún modo un poco más rarito, sea algo vergonzoso, que sólo es válido como recurso temporal hasta que encuentres un curro decente, para poder contestar sin incomodeces a las preguntas protocolarias de la gente de cabeza cuadrada (sí, también bastante abundantes en nuestro entorno, supuestamente alternativo). Pues resulta que puede ser una forma de vida válida. Una manera de aunar militancia y cotidianidad. Porque la militancia no sólo está en las asambleas y el tiempo libre.
Claro que, ésto también conlleva sus riesgos. Como que, siendo tu propix jefx, caigas en la autoexplotación, peor que con un negrero. Tema, por cierto, que no se valora mucho. Muchas veces, autoorganizar tu trabajo y tu tiempo, no es una cosa sencilla, y requiere de un grado de madurez y responsabilidad. Delegar en que el jefe te diga lo que tienes que hacer, puede tener su parte cómoda.
Querer vivir de tu arte, por decirlo de alguna manera, está muy bien. Pero que no se nos olvide dónde estamos y de dónde venimos. No es lo mismo cobrar a un particular, o a un ayuntamiento, que a un espacio liberado o a un colectivo.
Y por supuesto que el autoempleo no debería ponerse por encima de los turnos o tareas varias que se hacen de manera altruista por la causa. Sólo que muchas veces hay cabida para ambos, y, automáticamente, a uno se le echa para atrás.
También hacer de gratis para causas sociales o políticas (que, en mi opinión, viene siendo lo mismo), lo que en el día a día haces cobrando (aún sabiendo que a veces son oportunidades de autoempleo que te estás quitando), me parece necesario, o interesante. No me gusta la idea de comenzar tus andanzas con el buenrollismo y el ir de gratis, y cuando has conseguido un público que te pague bien, se te suba a la cabeza, y el aportar en forma de militancia, quede como un anécdota de lo que hacías en tus tiempos jóvenes y revolucionarios.
Y, para acabar, diré que no me motiva nada esa costumbre que tiene el sector progre, de asimilar, regularizar y normalizar todo, lavándose la cara como si realizasen una labor necesaria de acoger minorías desprotegidas y marginadxs sociales, cuando lo que hacen es seguir obligándote a pasar por el aro y adaptarte para poder contentar un perfil a su gusto. Además de hacerte perder de forma absurda, tiempo y dinero en titulitis y permisos. Podrías acabar sintiendo tu curro como un lastre o un bucle interminable. La diversidad es bonita e inevitable, y las individualidades se salen de los moldes. Rechazamos todos esos papelitos para convertir en legal nuestro trabajo, porque es darle la razón al sistema, por muy alternativo que nos lo hayamos montado. Y, quien quiera hacerlo, estupendo. Pero al resto, que nos dejen en paz.
¡La vida pirata, la vida mejor!
¿Quieres apoyar a Hala Bedi?
En Hala Bedi construimos un proyecto comunicativo libre, comunitario y transformador. En el día a día, cientos de personas participamos en este proyecto, observando la realidad que nos afecta y tratando de transformarla junto a los movimientos populares.
Nuestros contenidos son libres porque nadie nos dicta qué podemos publicar y qué no. Y porque difundimos estos contenidos de forma libre y gratuita, con el objetivo de difundir, compartir y transformar.
Sin halabelarris, las socias y socios que apoyan económicamente a Hala Bedi, esto no sería posible. ¡Hazte halabelarri y apoya a Hala Bedi!