La renta básica incondicional ¿una locura maravillosa?
Resiste mucho, obedece poco. ( Walt Whitman)
Entre los meses de septiembre a diciembre del pasado año un grupo de mujeres y hombres se enfrascaron en la tarea de socializar el proyecto de una Iniciativa Legislativa Popular (ILP), para proponer al Parlamento Vasco el debate y la aprobación de una ley que posibilitara una Renta Básica Incondicional como un derecho individual y universal. Imprescindible la recogida de 10.000 firmas. Pero este ilusionante proyecto comenzó su andadura no solamente para recoger firmas, sino también para intentar que la Renta Básica Incondicional y su filosofía, argumentario, valores, beneficios sociales y comunitarios, etc… fuera conocida socialmente, fuera de los ámbitos más académicos y formara parte del imaginario social.
Y a pesar de los obstáculos, con escasos medios y mucho AUZOLAN se inició el camino. Desde diferente ámbitos sociales se organizaron charlas, reuniones con colectivos sociales, debates, mesas redondas, sin abandonar la presencia directa en las calles. Se colocaron decenas de mesas informativas a lo largo y ancho de la geografía de Euskadi y así, tipi-tapa, tipi-tapa, se llegaron a recoger 22.075 firmas de apoyo a la (ILP). 22.075 complicidades, 22.075 interrogantes, 22.075 mini-debates, 22.075 agradecimientos por haber puesto en marcha la iniciativa…
El día 5 de Mayo la Renta Básica Incondicional entró en el Parlamento de Gasteiz.
La portavoz de la iniciativa, Itziar Guerendain, pidió «valentía» a los grupos para explorar nuevas políticas públicas dirigidas a mitigar las situaciones de pobreza, “ distribuir la riqueza y acabar con un mercado de trabajo precario e injusto”.
En su bien documentada e impecable intervención, la portavoz de la ILP, recordó los datos del último informe sobre exclusión y desarrollo social en España (FOESSA) en el que se evidencia el aumento de las desigualdades y la “sobre representación de mujeres, migrantes o jóvenes” en el lado de las más pobres. Y finalizó su intervención solicitando el voto a favor de la admisión a trámite de esta ILP. Pues con ello el Parlamento demostraría, “ …no sólo su compromiso con la participación ciudadana en una gobernanza más democrática, sino también y sobre todo, con la lucha contra la pobreza y la desigualdad, en aras de conseguir ese tan ansiado objetivo de poner la vida en el centro”.
La propuesta, apoyada por 22.075 personas, por EH Bildu y E-Podemos, recibió el voto en contra de PNV, PSE, PP+Cs y Grupo Mixto-Vox y el Parlamento Vasco rechazó tramitar la iniciativa para crear una Renta Básica Incondicional, perdiendo así una nueva oportunidad para avanzar en derechos sociales y políticos.
Coincidiendo en el tiempo, concretamente el día 4 de mayo, se proyectó en la macrocárcel de Zaballa de Araba, el documental “Historias de la cárcel” a cuyo estreno asistió la Consejera de Igualdad, Justicia y Políticas Sociales del Gobierno Vasco,
Beatriz Artolazabal. Desde su limbo particular esta mujer se dirigía a las personas presas en estos términos: “Las oportunidades hay que saber ganárselas y hay que ser capaces de aprovecharlas”. “Cualquiera puede cometer decisiones erróneas en su vida y terminar en la cárcel. Nadie estamos libres de equivocarnos y tener que pagar nuestros fallos con la privación de libertad. Estáis aquí por decisiones judiciales no arbitrarias, pero todos y todas debemos, debéis, tener el derecho a una segunda oportunidad”.
El 5 de mayo en ETB2 tuve la oportunidad de ver el documental en cuestión. Documental edulcorado, aséptico, donde quien gana es la Institución-Cárcel y en el que sin ninguna contextualización político-social, se presenta a las presas y presos como únicos responsables de sus conductas.
Y mientras escuchaba el documental, no podía dejar de pensar en lo ocurrido en el Parlamento en la mañana del jueves día 5 y en los beneficios que una Renta Básica Incondicional podría suponer para las personas presas en las diferentes etapas de cumplimiento de condena (régimen cerrado, semiabierto, abierto) y sobre todo en el momento de la libertad en el que la calle se convierte en una continua carrera de obstáculos.
Cada persona es un mundo: Sin dinero, con relaciones familiares o no, sin pasaporte, sin documentos, con dificultades de acceso a un alquiler, con situaciones de maltrato, con criaturas tuteladas por la administración, sin formación socio-laboral y con unos recursos sociales a la baja. ¿En qué lugar de Gasteiz se encuentra la oficina de “segundas oportunidades” de las que habla la señora Artolazabal?
Con fecha 29 de septiembre del pasado año 2021, asociaciones como Salhaketa-Araba, Comisión Ciudadana Anti-Sida de Álava, ADAP-Asociación De Ayuda a Personas Presas; Etxerat Elkartea y la Asociación Gitana Gao Lacho Drom hacían público un artículo-reflexión “Renta básica incondicional y personas privadas de libertad” (Pikara Magazin) sobre las oportunidades que para las personas presas pudieran derivarse de la implantación de la Renta Basica Incondicional en Euskadi.
Quiénes en el Parlamento han rechazado la tramitación de esta iniciativa ¿Saben de la existencia de estos hombres y mujeres, de lo que sienten, de lo que les preocupa, de sus necesidades afectivo-sociales-económicas? ¿Son conscientes del daño que pueden causar, de las consecuencias de su ninguneo hacia las gentes en situación de vulnerabilidad?
Alguien dijo que «La insumisión fue una locura maravillosa» Y creo que esta etapa iniciada con la ILP por una Renta Básica Incondicional para hacer de nuestro pequeño país un lugar en el que la vida sea digna de ser vivida, si somos capaces de trabajar y arriesgar por ello, puede ser también otra locura maravillosa.
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