Ignorada y menospreciada África
Partiendo del contexto de las tragedias que acompañan a las migraciones africanas, un amigo repite con frecuencia que comparado con otros continentes y lugares del mundo en el que se han dado insurrecciones más o menos importantes, el continente africano que ha sufrido el horror de la esclavitud, y en la actualidad tan explotado, humillado, reprimido… sus gentes no han sido capaces de sublevarse y luchar por sus derechos. Que él no comprende la situación y que la explicación podría estar en que, así como en Europa en el Siglo XVIII se desarrolló la Ilustración, movimiento intelectual, filosófico y cultural por el que se consideraba que la razón era la luz que iluminaría el conocimiento humano para sacar a la Humanidad de la ignorancia y de esta manera construir un mundo mejor, en África por las razones que fueren, entre las que insinúa la falta de líderes, no se vivió esa época histórica, argumenta este amigo.
Y observo que ésta interrogante está presente en mucha buena gente y supongo que puede estar motivada porque, fundamentalmente, no somos conscientes de los efectos que ha tenido y tiene, la continua reproducción del pensamiento eurocéntrico en la conformación de nuestro raciocinio, del profundo etnocentrismo que impregna nuestro ADN y de la necesidad de autojustificar nuestros niveles de bienestar y consumo.
Algunas claves para entrar en materia:
El continente africano está formado por 55 estados y está habitado por alrededor de 1.400 millones de personas distribuidas en unos 3000 grupos étnicos aproximadamente.
El tráfico de esclavos africanos o trata de negros, que iniciaron los árabes en el siglo VII, fue convertido por los países europeos en un negocio triangular a gran escala (adquisición de esclavos negros en África, traslado por mar y venta en América), durante la época colonial.
Es difícil de precisar el número exacto de seres humanos arrancados a la fuerza de su tierra, pero se cree que entre los años 1500 y 1850 unos doce millones de personas negras cruzaron el Atlántico. El resultado fue la devastación del continente africano, donde se abandonó la agricultura y se detuvo el progreso de regiones enteras al despoblarse de hombres y mujeres en edad productiva.
Las potencias europeas que colonizaron África fueron Inglaterra, Francia, Alemania, Portugal, España, Bélgica e Italia.
En 1960 África vivió un momento fundamental en la lucha contra el colonialismo, ese año se generó un efecto dominó en el que 14 colonias francesas y otras colonias inglesas y belgas consolidaron sus movimientos independentistas. Las metrópolis respondieron con una feroz represión. Muchos de los líderes africanos fueron asesinados y vilipendiados. La gran implicación y compromiso de las mujeres lideresas africanas en la resistencia contra el colonialismo europeo, fue perseguida y totalmente silenciada. ¿Qué conocemos de las diferentes realidades africanas?
En la actualidad el continente africano sigue sufriendo un intenso proceso de colonización. En la dimensión económica con la llegada de enormes cantidades de dinero extranjero, en el plano energético por el expolio de recursos petrolíferos, gasísticos, de minerales, etc. por parte de empresas extranjeras, y en el plano militar por la omnipresencia de tropas procedentes, habitualmente, de países no africanos.
Pretendo que el hilo conductor de esta descripción nos sitúe ante unos hechos ocurridos hace 34 años. El 15 de octubre de 1987 Thomas Sankara, líder antiimperialista que alarmó a la metrópoli francesa, por su determinación de construir un nuevo país, era asesinado junto a otros doce compañeros. Y el próximo 25 de octubre, posiblemente, comenzará en Burkina Faso un juicio militar contra los presuntos autores de su muerte.
Thomas Sankara, de formación militar, creo la Unión de Oficiales Comunistas y se convirtió en jefe de Estado tras un golpe militar en 1983 y fue asesinado en 1987 en Uagadugú, capital de Burkina Faso.
Se dice que puso en marcha uno de los programas revolucionarios más radicales de la historia de África. Nacionalizó la tierra y la repartió, hizo lo mismo con las riquezas minerales, rompió con el Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial (…) prácticamente erradicó el hambre, impulsó la salud, la alfabetización y la educación. Bajo su gobierno se prohibieron la mutilación femenina, las bodas forzadas y la poligamia (…) Fue el primer jefe de Estado en elevar a la mujer a puestos claves del Estado y del Ejército. Antiimperialista y panafricanista, fue un gran seguidor del Che Guevara.
He recogido un extracto del discurso pronunciado por Sankara en la Cumbre de los países miembros de la Organización para la Unidad Africana (OUA) en Adís-Abeba el 29 de julio de 1987 en el que queda reflejado su pensamiento político.
Y dice así (…) “Consideramos que la deuda se ha de analizar empezando por su origen. Los orígenes de la deuda se remontan a los orígenes del colonialismo. Quienes nos han prestado dinero son los mismos que nos colonizaron. Son los mismos que gestionaban nuestros Estados y nuestras economías. Son los colonizadores los que endeudaron a África con los prestamistas, sus hermanos y primos. Nosotros somos ajenos a esta deuda. Por lo tanto no podemos pagarla”.
Recogen documentos de la época que este discurso le costó la vida porque le situó en el punto de mira de organismos internacionales y de Francia, país colonizador. De hecho el llamado “Che Guevara africano” fue asesinado junto a doce compañeros el 15 de octubre de 1987 pasados dos meses y medio de la lectura del discurso.
Preparando esta “escotilla” he descubierto a un ser humano fascinante. Y confío en que tenga alguna utilidad para debilitar el virus del eurocentrismo que nos impide la comprensión de la complejidad de las situaciones que nos están tocando vivir.
¿Quieres apoyar a Hala Bedi?
En Hala Bedi construimos un proyecto comunicativo libre, comunitario y transformador. En el día a día, cientos de personas participamos en este proyecto, observando la realidad que nos afecta y tratando de transformarla junto a los movimientos populares.
Nuestros contenidos son libres porque nadie nos dicta qué podemos publicar y qué no. Y porque difundimos estos contenidos de forma libre y gratuita, con el objetivo de difundir, compartir y transformar.
Sin halabelarris, las socias y socios que apoyan económicamente a Hala Bedi, esto no sería posible. ¡Hazte halabelarri y apoya a Hala Bedi!