Frágiles
El dichoso virus nos ha puesto en una grave situación: aislamiento o contagio, confinamiento u hospitalización, todos o nadie, todo o nada …
Y aquí estamos cada uno haciendo frente a su situación, sin poder esquivarla, sin escapatoria, y cada cual haciendo frente a sus preocupaciones y responsabilidades.
Esta amenaza mundial nos ha puesto ante el espejo, y tengo la duda de si saldremos ilesos, de si superaremos el examen.
En el día a día, la imaginación de la gente me impresiona y me hace reír, al mismo nivel que los gestos y actos de solidaridad, pero hay horas del día, sobre todo los minutos y horas que paso oyendo o viendo los informativos, que sólo me producen preocupación y rabia.
Estamos en estado de shock, este virus y las autoridades nos han puesto en estado de shock, y en esos casos nada bueno a medio y largo plazo. La periodista Naomi Klein nos lo explicó muy bien en su famoso libro «The Shock Doctrine».
¿No será este estado de shock, este desastre, una nueva reorganización inhumana del sistema neoliberal capitalista?
El tiempo nos dará o nos quitará la razón, pero estemos atent@s y preparad@s para lo que venga: despidos, recortes salariales, pérdida de derechos, reducción del gasto público, exclusión social, etc.
De momento han conseguido vaciar las calles de ciudadan@s y llenarlas de policías, ¿se puede imaginar una situación más distópica? ¿Qué será lo siguiente, la dictadura del control digital policial? ¡Cuidado!
Somos frágiles, y nos han hecho aún más frágiles en las últimas décadas, no tenemos defensa colectiva y las caceroladas o los aplausos colectivos no son más que el reflejo de nuestro miedo.
Ayer escuché a Petti con su canción Hauskorrak y me pareció adecuada para la situación:
El miedo me ha visitado dos veces hoy, y me ha pillado desnudo las dos veces,
Estaba buscando escondite y no sé donde
Qué frágil soy
Qué frágil eres
Qué frágiles somos
Sin embargo, le diremos al miedo que vuelva en otro momento, porque hoy sólo tenemos pena y lamentos para él.
¿Quieres apoyar a Hala Bedi?
En Hala Bedi construimos un proyecto comunicativo libre, comunitario y transformador. En el día a día, cientos de personas participamos en este proyecto, observando la realidad que nos afecta y tratando de transformarla junto a los movimientos populares.
Nuestros contenidos son libres porque nadie nos dicta qué podemos publicar y qué no. Y porque difundimos estos contenidos de forma libre y gratuita, con el objetivo de difundir, compartir y transformar.
Sin halabelarris, las socias y socios que apoyan económicamente a Hala Bedi, esto no sería posible. ¡Hazte halabelarri y apoya a Hala Bedi!