El pueblo unido, jamás será vencido
Muchas veces, y en sitios muy diferentes, he escuchado esta misma consigna: “el
pueblo unido, jamás será vencido”. Es el grito de quienes se lanzan a las calles para
combatir al capitalismo. Saben que se enfrentan a un monstruo poderoso y cruel;
conocen de sobra que el duelo será duro y tratan de acumular fuerzas. Quienes gritan
este lema son conscientes de que el capitalismo cuenta con muchos recursos y que, por
otro lado, una de las principales armas del pueblo es su unidad.
En estos momentos que vivimos he encontrado dos experiencias que confirman lo
anterior: la primera, en Euskal Herria y la segunda en Latinoamérica. Los protagonistas
más cercanos son las y los pensionistas vascos. Se han organizado y conforman un
movimiento muy activo, con una gran presencia en las calles; reivindican un sistema de
pensiones justo con lemas de sobra conocidos: “gobierne quien gobierne, las pensiones
se defienden”; también denuncian las mezquinas pensiones de viudedad: “pensión de
viudedad, es miseria y nada más” y reclaman unas pensiones homologadas con Europa:
“menos de 1080, no nos salen las cuentas”.
Pero el movimiento de pensionistas vascos no se limita a defender sus pensiones.
Demostrando una sensibilidad unitaria y abierta, incluyen en sus marchas otras muchas
reivindicaciones. Defienden condiciones laborales dignas para quienes trabajan en
residencias, reclaman y exigen que estas y los demás servicios sociales, sean públicos.
Rechazan la privatización de los mismos; todos sabemos que el capital está gestionando
los servicios para enriquecerse a costa de los usuarios. En una de las últimas
movilizaciones, las y los pensionistas de Gasteiz incorporaron a sus reivindicaciones la
causa internacionalista; acogieron en su marcha a un grupo de jóvenes saharauis y
gritaba con ellas: “Sahara, askatu”
El otro caso al que me refería queda, geográficamente, lejos de Euskal Herria pero,
solidariamente, estamos muy cerca. Cochabamba es una ciudad de Bolivia en la que se
han celebrado encuentros mundiales anticapitalista de gran interés: en abril de 2010 fue
cuna de la Conferencia Mundial de los Pueblos sobre el Cambio Climático y los Derechos de la
Madre Tierra; también fue la Sede de la UNASUR (Unión de Naciones Sudamericanas).
Siguiendo esta hermosa tradición, mañana y pasado mañana -18 y 19 de diciembre- se va a
celebrar en dicha ciudad el Encuentro Continental de Pueblos Originarios y Organizaciones
sociales de América Latina. Quieren enfrentarse juntos a un monstruo de tres cabezas (el
capitalismo, el colonialismo y el imperialismo) que amenaza a la Madre Tierra y a la especie
humana. Su objetivo no puede ser más apasionante: consolidar una organización internacional
de pueblos originarios, campesinos y obreros de América Latina.
Desde esta Escotilla queremos aplaudir tanto a las y los pensionistas vascos como a los
pueblos latinoamericanos que mañana se reúnen en Cochabamba. Y cuando encuentren
obstáculos en su camino- que no les han de faltar- recuerden la consigna que otros muchos
luchadores populares han proclamado antes que ellos: “el pueblo unido jamás será vencido”.
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