Al parecer ni Dios se libra de la ruina del capitalismo. Lo decimos por el Banco Popular -y su absorción por el Santander- que siempre estuvo ligado -el BP- al Opus Dei, la congregación semimafiosa del franquismo que fundara el canonizado José María Escrivá de Balaguer, hoy copado, en parte, por los Legionarios de Cristo (Ángel Acebes sería un miembro, por ejemplo) del sacerdote Maciel, ya fallecido y que fuera acusado de pederastia.

A pesar del voto de pobreza que juran los afiliados de esta secta destructiva -del OD-,cuando los obispos,los fieles,los devotos y las beatas querían guardar sus dineros,siempre iban a parar al mismo paraíso especulativo:las acciones y los depósitos del BP.

Ahora que los llamados Papeles de Panamá han descubierto,en parte, los paraísos fiscales, hay que recordar que el BP nació de otro banco, el Credit Andorra, cuyo nombre es bastante elocuente por sí mismo; lo más reciente las cuentas opacas del clan Pujol. El Banco (Popular) siempre ha lavado el dinero negro del más grande paraíso fiscal jamás concebido:el Vaticano.

Esos impresentables «fariseos»-usando jerga clerical- que aparentan protestar públicamente por la evasión fiscal,que fingen escandalizarse, tertulianos y demás fauna, aun no han dicho nada -ni dirán- acerca de la mayor red offshore que se ha creado en el Estado español, la Iglesia Católica, sus órdenes religiosas, sus fundaciones caritativas y demás tentáculos eclesiásticos que no sólo no pagan impuestos sino que cobran indicando la casilla en la declaración de la renta,voluntariamente, esto sí, no como los diezmos y las indulgencias de la Edad Media.

En todo el mundo,las grandes religiones están ligadas al feudalismo y, por lo tanto, a la tierra, a lo que antes los economistas llamaban «sector primario» y ahora, sencillamente, «inmobiliario». En España siempre se ha ocultado que el terrateniente más poderoso no es ningún marqués sino la Iglesia Católica,Apostólica y Romana.

En los años 60 del siglo pasado, una parte de las carteras de los gobiernos franquistas se reservaban para ministros del Opus Dei: López Bravo, López de Letona (todavía vive), López Rodó, etc. que ya no suenan a casi nadie.Se les llamó los «tecnócratas» -enfrentados a sus rivales los falangistas dentro,por supuesto,de la «familia» franquista – y estaban amparados por el Almirante volador Carrero Blanco. Sin embargo,los capitalistas nunca ponen todos los huevos en la misma cesta y Luis Valls Taberner,miembro del OD y eterno director del BP, perteneció al Consejo Privado de Juan de Borbón, padre del rey emérito Juan Carlos I y abuelo del actual monarca español Felipe VI. Al mismo tiempo, el OD también jugaba la carta de la llamada «oposición democrática» («domesticada»,en realidad) poco antes y después de la muerte del Centinela de Occidente,el Generalísimo Franco. Lo mismo eso que dejar tirado en la estacada a un miembro súpernumerario de la obra como Ruiz-Mateos cuando el ministro Miguel Boyer, del PsoE, expropió parte del emporio Rumasa.