De redes solidarias, alianzas, auzolan y luchas
En mi “escotilla” del 1 de julio comentaba la importancia y bondades del Auzolan para materializar determinadas actividades y proyectos sociales, del efecto expansivo y satisfactorio de su filosofía para crear espacios de denuncia y de reivindicación, así como para reforzar las redes solidarias .
Y en efecto, entre fiesta y fiesta, algunos espacios de información, solidaridad, denuncia y reivindicación han estado presentes durante este verano un tanto especial.
Contra-cumbre G7 Ez
Una, cuando menos, molesta piedra se coló en los lujosos zapatos de los poderosos mandatarios reunidos en la Cumbre G7 que se desarrolló en Biarritz entre el 24 y 6 del pasado mes de agosto. Su obscena ostentación de poder, la militarización de la zona, la “gigantesca operación de control social” que supuso un “preocupante recorte de derechos y libertades” no pudieron impedir que, a pocos kilómetros de su bunkerizada residencia, miles de personas llegadas de diferentes lugares de Europa, se reunieran en la Contra-Cumbre G7EZ para cuestionar su proyecto capitalista.
Durante varios días se celebraron alrededor de 100 conferencias y talleres en los que se abordaron y estuvieron presentes diversos planteamientos sobre temas como capitalismo, medioambiente, feminismo, derechos de los pueblos, democracia, imperialismo, migraciones, etc.
Debatimos y compartimos sueños, proyectos, limitaciones, indignación, contradicciones, fortalezas, miedos… con un denominador común: “que es posible resistir al sistema que destruye las bases de la humanidad” y que frente al
capitalismo es necesario “desarrollar alternativas desde los territorios y comunidades…”
Y también disfrutamos del reencuentro con quienes nos vamos encontrando en pequeñas-grandes historias, que van forjando complicidades, afectos y nuevas amistades. Todo ello fue posible por el enorme trabajo realizado durante casi un año por alrededor de cien organizaciones y colectivos. El impresionante trabajo en Auzolan
hizo realidad la Contra-cumbre G7EZ. Gracias por todo.
Días intensos los vividos. Días de luces y sobras. Entre las sombras, destacar, el amargo resquemor surgido a raíz de la desconvocatoria de la actividad de desobediencia civil planificada para el último día de la Contra-Cumbre. Analizar lo ocurrido para corregir actitudes y superar desencuentros, sería lo deseable.
Migraciones
Aún cuando “el problema está lejos de haber terminado” los barcos de rescate de personas Opem Arms y Ocean Viking, tras una dura resistencia desobediente, pusieron contra las cuerdas a los diferentes países de la unión europea y consiguieron desembarcar en puertos seguros a las personas migrantes rescatadas en el mar. La
complicidad de determinados sectores de la sociedad civil fue fundamental para conseguir su objetivo más inmediato. La crisis suscitada a raíz de estos hechos, además de mostrar nuevamente el cruel desprecio que siente Europa ante el drama del Mediterraneo, provocó la caída en desgracia del perverso Matteo Salvini, ministro del
interior italiano. En lo que va de año, hasta agosto de 2019, un total de 909 migrantes han muerto o desaparecido en las aguas del Mediterráneo en su camino hacia Europa. La tragedia no cesa. ¿Cumplirá el Aita Mari los objetivos de rescate de personas en el Mediterráneo, varias veces anunciados y no cumplidos, y se atreverá a dar el paso desobediente?
Macrosumario 11/13
Con la presentación del manifiesto “Irtenbidera: Liberar el futuro” escrito por el bertsolari Jon Maia, comenzó en Junio la campaña contra el macrosumario 11/13 por el que serán juzgadas cuarenta y siete personas que se enfrentan a la escalofriante petición de 601 años de cárcel. ¿Su delito? Desarrollar una labor totalmente pública, que básicamente consistió en “reivindicar los derechos humanos”. “En todo momento hemos obrado bajo nuestros principios éticos y políticos”, manifestaron los procesados, que consideran estar ante una causa judicial “nacida en las cloacas del Estado”, y que califican de “aberración jurídica y social”.
Bajo el lema “47akHerrian”, a lo largo del verano, tal y como lo manifestaron en la rueda de prensa celebrada en Bilbo el pasado 8 de septiembre, “un enorme auzolan solidario con variados perfiles en su seno” se extendió por los barrios y pueblos de Euskalherria y otros lugares de la Peninsula posibilitando la presencia pública y
constante de la denuncia y la solidaridad ante este despropósito represivo. La colosal manifestación que tuvo lugar en Bilbo el sábado día 14, reflejó el auzolan realizado y puso el broche de oro a la campaña contra el macrosumario 11/13.
Hoy, lunes día 16, arranca en la Audiencia Nacional este macrosumario. El perverso organigrama del “todo es ETA” que puso en marcha el juez Baltasar Garzón hace 30 años, “quebrando derechos y vidas”, lo ha hecho posible. Las personas imputadas llevan en su mochila el respeto, la indignación y la solidaridad de un importante sector de la sociedad, pero no es suficiente.
Hay quienes vaticinan que pronto se juzgará la actividad de auzolan: porque es una acción comunal y solidaria, porque la organización y participación desinteresada de la sociedad civil es fuente de fortaleza comunitaria y porque puede poner sobre la mesa debates sobre la horizontalidad y la desobediencia civil. En definitiva, porque cuestiona los valores del capitalismo.
Ante este presente y futuro sombrío pero lleno de importantes retos me quedo con la reflexión lanzada por la economista Miren Etxezarreta en la mesa redonda que compartió con el pensador Zizek en el “Foro Enciende la Tierra 2019”, que sugería la importancia de la creación de “pequeños núcleos” conectados a su vez con otros a modo de red y que respondan a reivindicaciones específicas para conseguir avances en ese ámbito concreto de la sociedad. Tenemos muchas experiencias. Estamos llenas de razón y de razones y, como alguien dijo, “Si la injusticia es ley, la desobediencia civil es un derecho”.
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