Crónicas de una lesbiana: ¡abolir Frontex!
Hace tres días, el 3 de octubre, se cumplió el aniversario del hundimiento en 2013 de una barcaza que iba a Lampedusa, con más de 360 personas muertas. No han sido las únicas, porque como resultado de las políticas de la Europa Fortaleza casi 45.000 personas ya han muerto ahogadas en el mar Mediterráneo desde 1993. Y Frontex (la agencia europea de la guardia de fronteras y costas), que inició sus trabajos oficialmente también un 3 de octubre, pero de 2005, es un actor clave en la aplicación de este régimen fronterizo y de estas muertes.
Si entramos en la pagina de Frontex podemos leer que ‘su misión es proteger el espacio europeo de libertad, seguridad y justicia’. Para ello, la Comisión Europea le ha dotado cada vez de un mayor presupuesto y de unas funciones más amplias.
Si nos fijamos en los valores que lo sostienen,
- se declaran profesionales, que cuentan con los conocimientos, las aptitudes y competencias necesarias para cumplir eficazmente su misión. Pero los grandes países, en realidad, no la quieren ver ni en puntura. Y así lo ha demostrado en varias ocasiones el estado español; la última de las veces esta pasada primavera, cuando a petición de Europa de trabajar junto con agentes de Frontex tras el paso de la frontera de Ceuta por parte de varios miles de personas, el Ministerio del Interior volvió a negar esa posibilidad. El Gobierno Español, el Ministerio del Interior y los diferentes cuerpos policiales nunca se han fiado de la profesionalidad de los agentes de Frontex.
- respetuosos, que valoran a las personas, las instituciones, sus funciones, y que muestran respeto tratándolas como entes valiosas e importantes… Cuando ya en 2013, el relator especial de Naciones Unidas para los Derechos Humanos de los Inmigrantes destacó que el ‘screeming’, la identificación que realizaba Frontex en sus entrevistas no estaba enfocado tanto a determinar el país de origen para darle la protección necesaria según la violencia o persecución vivida, sino a las deportaciones.
- que buscan la cooperación con las autoridades nacionales competentes de cada estado miembro en la defensa de esas fronteras. Hay suficientes informes, videos y documentos, que nos expresan que, en realidad esa colaboración con los gobiernos -húngaro, griego, búlgaro- ha sido para dar o permitir dar un trato brutal e inhumano contra las personas que han cruzado las distintas fronteras que llevan a Europa (hablamos de personas detenidas violentamente, robadas, secuestradas, apaleadas, trasladadas a la fuerza al mar, expulsadascolectivamente y abandonadas en balsas sin medios de navegación, comida ni agua, en vez de atenderse sus peticiones de asilo).
- y declaran que son responsables. Cuando en realidad Frontex está siendo juzgada en el Tribunal de Justicia de la Comunidad Europea acusada de violar los derechos de las personas que intentan solicitar asilo y otras violaciones del derecho internacional. Y ha sido investigada en varias ocasiones por falta de transparencia, opacidad en las documentaciones, falta de seguimiento del cumplimiento de los derechos humanos en el trato que da a los refugiados en cada una de sus misiones. Y cuando en un informe especial presentado a comienzos de este verano por el Tribunal de Cuentas Europeo se considera que Frontex es inadecuado; que hay una falta de comunicación de datos sobre la eficacia de sus actividades, y que tampoco proporciona información sobre los costes reales de sus operaciones conjuntas, por lo que -dice el informe- no está preparada para aplicar eficazmente el mandato que le ha sido dado.
Está claro pues, que esos valores no son ciertos.
Frontex ha crecido en presupuesto y en competencias. Y junto con el lobby militar, se hace con las mejores tecnologías para el desempeño de esta labor, como drones o zeppelings. Con el despliegue de Frontex, del mediterráneo central han desaparecido los barcos de rescate, salvo aquellos que quedan comandados por diferentes ONG’s. El motivo es muy claro: es incumplir aquellas leyes internacionales que protegen a quienes huyen y buscan asilo sin incumplirlas realmente. Ese artículo de la Convención de Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar, que obliga a la asistencia a las personas que se encuentran en peligro en el mar. O ese del Convenio sobre Búsqueda y Rescate Marinos en el que a las personas rescatadas hay que conducirlas a un lugar seguro. O la misma Declaración de los Derechos Humanos en su artículo 14, que dice que en caso de persecución toda persona tiene derecho de asilo y de disfrutar de él en otros países. Frontex, no teniendo barcos en el mediterráneo, solamente con la vigilancia aérea mediante drones, posibilita el que en vez de hacer rescates, dar la posición de los barcos a los guardacostas libios sin conculcar ninguna legislación, aparentemente; porque Europa, Frontex, consideran a Libia como un puerto seguro, a pesar de incumplir cada día los Derechos Humanos, de tener mercados de esclavos y de asesinar a muchas de estas personas que tratan de llegar a Europa. Y Frontex, a los guardacostas libios les señala las posiciones de las embarcaciones que han salido huyendo desde sus costas, en vez de acceder a su rescate, proceder a tramitar las solicitudes individuales de asilo y poderse comenzar así el proceso administrativo que ello conlleva
Como dice nuestro amigo y periodista Hibai Arbide Aza, ‘no se debate sobre si hay que salvar náufragos o hay que dejarlos morir. No se debate sobre la vigencia de los Derechos Humanos. No se legitiman las posiciones inhumanas como si fueran opciones políticas respetables’. Y sin embargo, esto es Frontex. Frontex ha hecho que la gente, en los países, esté debatiendo si hay que aceptar -en la frontera sur del estado español, o a través del Mediterráneo central para llegar a Italia, o en el mar Egeo para llegar a Grecia- a todas estas personas que salen huyendo de sus países. Estamos discutiendo si hay que salvarlos o no.
Para que todo esto cambie, hay -como primera medida- que abolir Frontex.
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