Contra la invasión de Ucrania y lo que hay detrás
Mostramos nuestra plena solidaridad con el pueblo ucranio; exigimos a las autoridades rusas que detengan inmediatamente sus ataques y acaben con la invasión de cualquier Estado al ser en sí mismo soberano;. Todo ello, sin perjuicio de recordar que es muy difícil que los conflictos se resuelvan mediante escaladas de violencia, envío de armas y en ausencia de la mediación adecuada.
Estamos convencidos de que la invasión rusa de Ucrania liderada por Putin no tiene justificación y que es moralmente condenable desde cualquier punto de vista. La consideramos un acto criminal porque es cruel, inhumano, contrario a todas las normas del derecho internacional.
Sin embargo, con la misma convicción y firmeza creemos que no se puede condenar este acto criminal; olvidando acciones similares, por no decir idénticas, que se han realizado en el pasado o incluso “otras guerras” en estos mismos días, por otros Estados; utilizando la mentira y la manipulación para combatir y masacrar al contrario.
No lo podemos callar: la acción criminal que está ocurriendo en Ucrania es gravísima pero no un hecho aislado. Estados Unidos y otras potencias han invadido y ocupado también Estados soberanos declarando guerras ilegales en las que han muerto millones de personas; miles de niños (más de 1.400 en Yemen) han promovido golpes de Estado contra gobiernos democráticos; han masacrado población civil en diversos países; han consentido y consienten la anexión e invasión de territorios por Marruecos o Israel, y la criminal guerra contra Palestina y el Sahara.
La manipulación de la información, que constantemente se vierten mentiras para hacer creer que la comisión de ese tipo de crímenes es solo de ahora y propio tan solo de una de las partes; incluso se ha impuesto la censura de los medios cuya información no cuadra con la oficial. Condenamos también ese tipo de respuesta y nos oponemos a cualquier límite a la libertad de expresión, aunque sí exigimos rendición de cuentas y castigo a los medios, de cualquier parte, que difundan falsedades para confundir a la población e impedir que decida y actúe con libertad efectiva.
No aceptamos que Rusia ponga como excusa de la invasión los ataques del gobierno ucranio a la población rusófila de la Ucrania oriental, o las promesas de neutralidad de Ucrania o de no expansión de la OTAN hacia el este que no hayan sido cumplidas. Incluso siendo ciertas se puede justificar la invasión de un Estado soberano y el sufrimiento y la muerte, por su causa, de millones de personas.
Condenamos también que los gobiernos occidentales hayan alentado y armado a milicias en Ucrania y que hayan callado ante los desmanes allí ocurridos. Denunciamos que la OTAN ha antepuesto los intereses estratégicos de Estados Unidos a la creación de condiciones proclives al entendimiento y la paz en Europa; y lamentamos que las autoridades europeas no hayan sido capaces de erigirse en unos defensores de diálogo y arbitrio que frene el afán imperial de las demás potencias.
Condenamos la invasión de Rusia y la criminal acción personal de Putin, como un acto criminal y por eso su responsables deben se juzgados por “crímenes de lesa humanidad”. Pero ¿cómo y con qué fuerza moral se puede llevar eso a cabo con Putin, si Estados Unidos no reconoce dicha Corte, precisamente porque sabe que algunos de sus máximos dirigentes han sido responsables de acciones tan abyectas como los que ahora se están cometiendo?
Nuestra radical condena de la invasión rusa de Ucrania y otras guerras, va unida a estos urgentes deseos..
Queremos un mundo multipolar, libre y comprometido con la práctica efectiva de la cultura de la paz y el desarme, la justicia y el buen gobierno.
Lo contrario es lo que obliga a multiplicar constantemente el armamento,(fabricación, venta y difusión) incluido el nuclear, y a renunciar a llegar a acuerdos, consenso y administración de justicia internacionales; los que concentran cada día más la riqueza y el poder y hacen caso omiso de las leyes del cuidado y la naturaleza, destruyendo así las relaciones humanas, el medio ambiente y el futuro de la vida en el planeta.
DECIRLES
Decirles que la tierra no es de ellos,
que la gente no es de ellos,
que las piedras necesitan ser libres.
Decirles que el desierto solo conoce
a los nómadas, dueños del sol y el viento.
Que el Aaiun duerme
para quedarse sin sentido,
que quien niega
será negado por la ternura
de esas voces melancólicas y sedientas.
Decirles que no hay más espera
que la espera del reencuentro
renacido del polvo de la libertad.
(Ali Salem Iselmu- República Saharaui)
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