Conexiones en torno a la “Banalización del Mal” -Tania Siriany-
Dice Hanna Arendt en “La Banalidad del Mal” que algunas personas actuamos dentro de las normas del sistema en el que vivimos sin reflexionar sobre nuestros actos… que no nos preocupamos por las consecuencias de los mismos, sino que solo seguimos “ordenes”…Dice también que personas “normales” es decir sin ningún tipo de trauma o desvío de personalidad, con cero compasión humana, podemos cometer actos terribles y malvados. Lo único que puede salvarnos de “Banalizar el Mal” según ella es estar atentas y evitar que ocurra…
Por estar atento y no prestarse a la ejecución de una actividad necesaria para un mal terrible como es el bombardeo de poblaciones y la exportación de armas un Bombero Bizkaino esta a punto de perder su trabajo…Así que podemos ver cómo en algunas ocasiones estar atentos a nuestra “conciencia” y evitar que ocurran cosas terribles tiene unas consecuencias desastrosas en nuestras vidas. El otro día un Parlamentario de Bildu, Mikel Otero, hizo una gran defensa de la actuación del bombero, conectando su acto de no participar en cargar contenedores en el Puerto de Bilbao con la guerra asesina que está matando tanta gente y que está produciendo millones de personas refugiadas en el mundo, el bombero no siguió una orden, se negó a ser parte de esa “cadena”. ¿Que conecta a ese bombero con una persona que sufre la guerra? Su compasión humana, su solidaridad, su conciencia de que cada una y cada uno tenemos mucho que ver en la vida de las otras personas, de que en este mundo estamos conectados, para bien y para mal, por las consecuencias de nuestros actos, por las decisiones que nos impulsan a actuar, por seguir los mandatos o no de un sistema criminal en este caso como es el sistema capitalista. Quizá nos parezca un caso extremo lo que hizo el bombero, en que, al menos algunas personas, exceptuando el PNV el PSOE y el PP, vemos esa “conexión” esa consecuencia de un acto ejecutado en el Puerto de Bilbao y con repercusiones en Yemen… Lo cierto es que de manera continua todo el mundo nos vemos en la situación de tomar decisiones o hacer cosas que afectan a otras personas, estamos tan conectada la humanidad que cosas a simple vista tan sencillas como nuestro consumo, por ejemplo, es otro de los actos claves con consecuencias grandes, amplias, que en muchos casos atraviesan el mar y tocan de lleno a otras personas.
El otro día unos enfermos de cáncer se negaron a aceptar y rechazaron públicamente el donativo que Amancio Ortega dueño de Zara, hizo de maquinas para prevenir y detectar el cáncer, y sorprende como unas personas con una situación tan extrema y con consecuencias directas en sus vidas pueden tomar este tipo de decisiones tan dignas y ejemplares…Y es que estas personas enfermas de cáncer que rechazaron ese “donativo” han tenido conciencia, han estado atentas y han reflexionado de que aceptando ese donativo es no cuestionarse el origen del mismo y han dicho que ese dinero viene de trabajo esclavo, de personas a las cuales se les violan sus derechos y que no quieren aceptarlo, porque aceptarlo es legitimizar esas violaciones a los derechos de las personas…
Dice Howard Zinn que “Históricamente las cosas más terribles (guerra, genocidio, esclavitud) resultaron no de la desobediencia sino de la obediencia” Tanto el bombero como los enfermos de cáncer han desobedecido, ordenes, normas, han desobedecido al sistema que te dice que te calles, que “tragues”, se han negado a aceptar “lo conveniente” lo que “debería de ser, lo convencional”, han seguido su conciencia y han reflexionado cómo su acto o decisión esta conectada con otras personas, con sus vidas, han hecho esa conexión desde la solidaridad, la compasión humana, han desobedecido…
¿Y cada una de nosotras, que decisiones tomaremos o que haremos con tantas cuestiones que afectan a las vidas de otras personas…desobedeceremos al sistema o banalizaremos el mal?
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