Este pasado domingo, 3 de julio, el CORREO ESPAÑOL publica un artículo sobre el derribo de cruces en montes vascos. Viene firmado por David González, al que por supuesto no voy a llamar periodista, escribiente más bien, viejo conocido que nos tiene en el punto de mira desde que el Concejo de Mendiola aprobó solicitar al Ayuntamiento de Gasteiz el derribo de la cruz de Kutzemendi, erigida en 1952 en nuestros terrenos concejiles sin autorización, acuerdo, permiso, convenio o similar. Vuelve el CORREO ESPAÑOL a nunca mejor dicho, crucificar, poner en la diana o al pie de los caballos a nuestr@s vecin@s. Habla de informes de «medios internos de la policía autónoma«, es decir, un bluf, y dice textualmente que el ataque sufrido por la cruz de Kutzemendi fue realizado «presuntamente por algún vecino de la cercana Mendiola«. ¿Sí? ¿Y por qué no presuntamente un marciano? Y en un recuadro final afirma que «los investigadores apuntan a vecinos de la vecina Mendiola«. ¡Vaya perla del fondo de reptiles!. ¿Los investigadores serán Starsky y Hutsh? ¿Miembros de la loca academia de policía? ¿El supegarente 86? ¿O tal vez el comisario Villarejo y sus secuaces? ¡A LOS LEONES!

ARABA ERRESPETATU. KONTZEJUAK ERRESPETATU. MENDIOLA ERRESPETATU.