«Empecemos a sentirlo» – Iñigo Pérez Picazo-
Me he quitado la camiseta en público, he dormido en portales oscuros, he quedado inconsciente en bancos y parques, cuando no me ha apetecido no me he sentido obligado a nada, me he emborrachado y bailado hasta perder la cabeza, me he besado con mujeres sin más intención que esa, un juego, sin sentir obligación a nada mas; luego me he marchado. Miedo? Ninguno, esa palabra, sentimiento, no ha aparecido en mi nublada cabeza.
Regreso a casa después de una noche de fiesta, una mujer camina delante mio, sola, ella siente mis pasos, acelera, mira de reojo, se agarra el bolso, busca sus llaves e incluso saca el móvil creando una ilusión de acompañamiento, seguridad dentro de su inseguridad. Se cambia de acera.
Cierta vez he sido yo quien ha cambiado de acera, no me gusta lo que produzco, ella siente miedo, yo siento pena, tristeza, no siento miedo.
Me paro en seco, saco el móvil, espero, ella se aleja, respira, me doy asco y no lo entiendo. Lo entiendo.
Me tocan el culo en pleno jolgorio, no me preocupa, habrá sido alguien al pasar, el bar está repleto de gente.
Paso entre la multitud y la mano libre, entiéndase la que no porta el trago roza o choca contra el culo o el muslo de una mujer. Su cara, un poema, su expresión lo dice todo, puede que esta vez haya sido sin querer, puede que esta vez si…
Dicen que el miedo es uno de los sentimientos más intensos e incluso que es el mas importante a la hora de mantenerse con vida en lugares hostiles. Ser valiente es una virtud; es superación.
No todo el mundo quiere ser valiente.
Esta muy bien si te lo dice el «Kokodrilo ehiztaria», «El último superviviente» o alguna otra
creación absurda del hombre. Entendible si quedas atrapado en un lugar hostil como el puto
amazonas o te tiras en paracaídas; pero en tu barrio, en tu ciudad, el miedo de tu padre, a tus
compañeros, al hombre y sus enfermizos e incontrolables miedos, tapados, ignorados, negados y no trabajados; convertidos en una enfermiza y ficticia superioridad, que no existe, que no es.
Puede que el miedo tenga que desaparecer de las calles.
Complicado.
Puede que seamos nosotros quienes tengamos que empezar a sentirlo.
Factible.
Empecemos a sentir su miedo.
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