«Ni idependencia ni cristo que lo fundó: ‘La Kosa sosías'»-Jon Odriozola-
El unionismo español, donde incluyo a Podemos, consciente de que en Catalunya no tiene nada que hacer salvo emplear la fuerza y la represión, se ha sacado -de un tiempo a esta parte- de la chistera un conejo para distraer a la opinión pública de lo que es el quid de la cuestión en el llamado procés, esto es, el derecho a decidir, o así llamado.
Esta carta que se sacan de la manga es lo que en otros tiempos se llamaba la «cuestión social»! anteponiendo, por ejemplo, temas sociales -la «kosa sosiás»- socorridos como la educación y la sanidad, que siempre les importó tres cojones y parecen preocuparse y acordarse ahora, a la palpitante cuestión que más importa en estos momentos a la ciudadanía catalana, que no es otro, ya decimos, que su derecho a decidir impedido por el fascio español y sus colaboradores necesarios con cara conejo.
Encima te dicen que el procés ya aburre, como quien asiste a una función teatral o a una película ya vista. Pues bien, hablaré de la «kosa sosiás», pero agarrándola por los cuernos. Y es que en el mundo actual del siglo XXI -la «sociedad de la opulencia»-,hay mucho de todo, pero nada de nada. No hay trabajo o, en otras palabras, hay millones de parados, de personas ociosas, sobrantes y frustradas. Los que tienen trabajo es como si no lo tuvieran porque es precario. Lo tienen ahora, pero no se sabe mañana o dentro de una semana. Tenemos muchos refugiados pero no los queremos. Nos excusamos diciendo que nos quitan un trabajo…que no tenemos. Hay millones de personas que no pueden ser veganos porque no tienen para comer. No pueden elegir su comida más apetecible, ni más saludable, aunque sobra tanta que se han inventado los «bancos de alimentos», mientras que el resto se arroja a los contenedores de basura. Rajoy recomienda hacerte una pensión privada, como hacen mis ministros, le faltó decir.
En la edad del ladrillo, los rascacielos, las urbanizaciones y los resorts, hay personas «sin techo» que viven en la calle, en un cajero automático, bajo un puente como Carpanta, en un portal, en caravanas o en albergues para mendigos (los más afortunados).En una sociedad en la que te piden mil papeles para cualquier solicitud los hay que no tienen ninguno: los «sin papeles». Los hay que tienen casa pero no tienen luz eléctrica en ella. Y eso que vivimos en el Primer Mundo, oiga. Viven a oscuras o se alumbran con velas. No tienen aire acondicionado y pasan frío en invierno y calor en verano. Tampoco tienen nevera, ni se pueden duchar con agua caliente, un lujo. No tienen horno ni microondas para cocinar…Hay escuelas pero es como si no las hubiera. El fracaso escolar es mayor que nunca. Hay hospitales pero faltan camas. Los enfermos pueblan los pasillos. En la sociedad de la información lo que más se da es la mentira, sobre todo en época electoral. Hay café descafeinado, cerveza sin alcohol, pan sin gluten, leche desnatada, gasolina sin plomo, cigarrillos eléctricos, etc.,etc.
Dices esto -que en Euskadi ya sabemos que no es para tanto- y te tildan de «demagogo» o apocalíptico. En fin, creo que me voy a dejar «koleta» y entonces, con suerte, dirán que tengo «sensibilidad». Pero si me dejara «koleta», ya no diría estas cosas ni las denunciaría, me transformaría: diría otras cosas o aparentaría decir lo mismo, pero con otras formas, ¿no es cierto?, que no incomodaran al sistema que digo combatir.
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