Euskal Herria is different
Euskal Herria no es Francia ni España, Euskal Herria es diferente. Otra cosa, otro pueblo, otra cultura, otro idioma, otros valores, otra identidad. Euskal Herria tiene una realidad diferenciada tanto en las calles como en las instituciones.
Hace unas semanas se hacia público un dato: El 50,36% de las huelgas registradas en 2022 tuvieron lugar en Euskadi y más de la mitad de los y las trabajadoras que secundaron alguna huelga eran vascos.
“En el País Vasco hay dos sindicatos, ELA y LAB, que piensan que la confrontación es una herramienta útil a la hora de negociar las condiciones laborales y conseguir conquistas. En el resto de España, los dos sindicatos más fuertes, CC.OO. y UGT, no piensan que el conflicto vaya a agilizar las negociaciones” expresaba Jon Las Heras, profesor de Economía Política en la Universidad del País Vasco respecto a esta noticia.
Los conflictos laborales como Tubacex, Michelin, Osakidetza o residencias y las movilizaciones como las de las pensionistas o feministas nos dibujan un país vivo, concienciado, con ganas de defender derechos laborales y sociales.
Creo que en las instituciones se empieza a vislumbrar un cambio de paradigma, que responde más fielmente a la realidad socio-política de nuestro territorio. Que se abre por la izquierda, alejándose en lo que puede de la mentalidad del capital, desde el derecho a decidir sobre todas las cuestiones de nuestras vidas y nuestro futuro. La última cita electoral dibujaba un mapa de la península muy pero que muy esclarecedor: Los países catalanes y Euskal Herria, únicos territorios donde los colores predominantes no eran ni el rojo ni el azul, era el verde (en nuestro caso).
Todavía recuerdo la época de las ilegalizaciones, las detenciones, cierres de periódicos, manifestaciones a porrazos, listas blancas y listas negras, la rabia y las lagrimas… pero también recuerdo cuando todo eso empezó a cambiar. Legalizaron la alternativa de Bildu y en 2011 obtuvimos la alcaldía en Agurain. Lo recuerdo bien porque estaba en la cárcel, tan lejos y tan cerca. En 2023 EHBildu ha vuelto a ganar en Agurain, esta vez sí, he podido vivirlo con emoción y pasión en mi pueblo, con la gente.
Con la gente y para la gente. Creo que eso nos hace diferentes. Creo que tener unos valores de tanta profundidad nos hace avanzar como pueblo, como personas. Hace unas semanas en Amurrio, nos reuníamos mas de 1.000 personas en una rueda de prensa para dar nuestro apoyo a Aitor y Galder. Una sociedad solidaria, que creen en la justicia social, que lucha porque todo el mundo pueda vivir los más libre posible, que defiende con los puños los derechos de los que no los tienen.
Pero la sociedad no avanza sola, per se. Hay quien hace que eso ocurra, cada día, con tenacidad. Son las miles de personas que trabajan y militan en cualquier movimiento civil, social o político en las mencionadas coordenadas políticas. Porque las huelgas las sacan los sindicatos vascos, las movilizaciones los movimientos populares y los resultados electorales el movimiento independentista vasco de izquierdas.
Creo que eso nos hace diferentes. Que lo hacemos nosotras. Nosotras cada día, en cada lucha, en cada reivindicación. Nosotras por los servicios públicos, un sistema comunitario de cuidados, a favor de una vivienda digna o de unos convenios laborales suficientes. Nosotras por el 1080 y por la enseñanza pública de calidad. A favor del euskera o de los presos. Por una amalurra que sea respetada y por una transición energética ordenada y justa con el medio ambiente.
Nosotras creando conciencia, reivindicando en la calle y poniendo propuestas encima de la mesa. Nosotras los lunes, las huelgas feministas y la ley de la eutanasia. Nosotras contra la ley mordaza, la ultra derecha y los abusos. Nosotras, tu, yo, ellas, ellos… quienes aquí vivimos somos quienes hacemos de Euskal Herria un país diferente.
Y porque somos diferentes, estoy segura que la noche del 23 de julio, muchos kides que ya se encuentran en cárceles de Euskal Herria, llorarán… pero de alegría. Reirán y celebrarán el verde del mapa. Porque en la cárcel también es posible reír, sonreír y celebrar que vamos bien. En eso también somos diferentes.
DENAK ETXERA ETA MUXU BANA!!
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